Un cementerio de barcos en Bangladesh
La mayoría de los buques de carga del mundo se desguazan en las costas del sur de Asia. Chittagong alberga el segundo mayor cementerio de buques del mundo. Aquí apenas se cumplen las normas de reciclaje. El desguace entraña peligros para los trabajadores y para los ecosistemas de las regiones costeras. Los estudios demuestran que hasta el diez por ciento de un barco está compuesto por amianto, metales pesados, petróleo y otras sustancias tóxicas. Gran parte de estas sustancias acaban en el medio ambiente. Sólo en los últimos 20 años, 25 especies de peces han desaparecido de las aguas de Chittagong. Pero la salud de los trabajadores también está en riesgo: aunque los astilleros están obligados a proporcionar equipos de protección como botas, cascos y guantes, rara vez los suministran. Los trabajadores sólo disponen de toallas, que utilizan a modo de mascarillas improvisadas. Muchos trabajadores de los astilleros no se atreven a denunciar los abusos a las autoridades internacionales por miedo a perder su empleo.