Sociedad
El pescador que entierra cuerpos
Publicidad
Un pequeño grupo de voluntarios de la ciudad de Zarzis ayuda al pescador Chamseddine Marzoug en un trabajo poco grato: darles sepultura a quienes, soñando con un futuro mejor, perdieron la vida en su intento por cruzar el Mediterráneo rumbo a Europa. Los cuerpos inertes de los malogrados viajeros llegan a la costa de Túnez. Y alguien tiene que enterrarlos.
En un pequeño sitio que se ha convertido en un cementario informal, decenas de personas anónimas, hasta 300, descansan en paz.