El palacio de Linderhof, refugio de Luis II de Baviera
¡Al fin primavera! Tras los largos meses de invierno, el palacio favorito de Luis II de Baviera se prepara para el verano.
Listo para la avalancha de turistas
Más de 400.000 personas viajan cada año a los Alpes de Ammergau para visitar el palacio favorito del rey Luis II de Baviera. Desde el primero de abril, rige el horario ampliado de visitas, desde las 9 hasta las 18 horas.
Refugio en los Alpes
Es el más pequeño de los tres palacios que el rey Luis II de Baviera mandó construir. En realidad, la idea era erigir en la soledad de los Alpes de Ammergau una réplica de Versalles. Pero el terreno era, sencillamente, demasiado pequeño. Así que finalmente se construyó un palacete estilo rococó para el monarca, su refugio privado.
Francia como modelo
El monarca francés Luis XIV, conocido como "El rey sol", era gran modelo de Luis II, e inspiró la configuración de los espacios. El resultado es una mezcla de rococó bávaro y francés. Es conocido el comedor con su mesa, que podía bajar hasta la cocina, situada en un piso inferior, con un mecanismo de palanca.
Un jardín para los sentidos
50 hectáreas de parque pertenecen al palacio. El jardín está dispuesto en forma de terrazas, al estilo barroco y renacentista, y tiene estanques, fuentes y pabellones. También cuenta con un diseño que sigue el modelo paisajístico inglés. Al rey le gustaba pasear por los jardines completamente solo.
Pabellón morisco
Por todo el parque hay pequeñas construcciones desperdigadas, entre otras, la de la imagen, de estilo morisco. Este pabellón fue originalmente construido por un arquitecto berlinés para la Exposición Mundial de París en 1867. Luis II lo adquirió años después, lo hizo modificar y lo mandó poner en el noreste del jardín.
El trono de los pavos reales
Dentro del palacio se percibe el entusiasmo de Luis II hacia la cultura oriental. La decoración es colorida y opulenta, destacando el trono de los pavos reales. Fue fabricado en Múnich y París en 1877 siguiendo los deseos del monarca. Luis II también cuidó la iluminación de la sala y mandó colocar en ella una fuente de mármol.
Tesoros ocultos
La mayor pasión de Luis II de Baviera eran las óperas de Richard Wagner. En Linderhof, el monarca construyó decorados para ellas. No reparó en gastos ni esfuerzos, como la artificial entrada a una cueva que muestra esta imagen.
La gruta de Venus
En esta gruta artificial con lago y catarata tiene lugar el primer acto de la ópera "Tannhäuser", de Richard Wagner. Aquí se interpretaban arias wagnerianas solo para el rey. El lugar solo era conocido por el monarca y sus más directas personas de confianza.
Todavía más Wagner
Una sencilla cabaña de madera alberga el decorado del primer acto de "La valquiria", ópera que forma parte de la tetralogía operística wagneriana "El anillo del nibelungo". Se puede visitar en la zona este del parque del palacio.