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El misterioso caso del apagón europeo

Enrique López Magallón5 de noviembre de 2006

Este sábado, gran parte de Europa se quedó sin el servicio de energía eléctrica. Tras el incidente corren varias tramas políticas y empresariales, que se ven alimentadas por la falta de una explicación convincente.

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A las 22:10 del sábado, se hizo la penumbra.Imagen: AP

Fue algo inusitado, por lo menos para millones de europeos. Exactamente a las 22 horas con 10 minutos de este sábado, hora europea, una porción amplia del continente se quedó sin servicio de energía eléctrica durante media hora. Tan sólo en Alemania, se calcula que fueron 10 millones de personas las afectadas, en estados como Renania del Norte-Westfalia, Baviera y Hesse. Además, quedaron en la oscuridad millones de consumidores en Francia, Austria, Bélgica, Italia y España. El asunto quizá no pasaría de ser anecdótico sino fuera porque toca uno de los puntos más delicados en la planeación estructural del continente para las próximas décadas: el suministro de energía.

La trama política

Las constantes necesidades energéticas hacen que el continente europeo se encuentre virtualmente a la caza de cualquier oportunidad viable para garantizar la dotación necesaria. Europa no solamente necesita energía durante el invierno, cuando es mayor el consumo debido al frío, sino también para hacerle frente a las necesidades cotidianas de su industria. El asunto de la energía es tan delicado, que forma parte del desencuentro al más alto nivel entre Alemania y Polonia, y da poder estratégico (y algunos temen que hasta político) a Rusia, nación poseedora de grandes yacimientos de gas.

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Las plantas nucleares, una fuente de energía para Europa.Imagen: AP

Así, el apagón de ayer llegó muy pronto a la arena política europea. El primer ministro italiano, Romano Prodi, dijo que es necesario crear un organismo que se encargue de supervisar el suministro de energía a nivel europeo. "En principio, me parece una contradicción que tengamos conexiones europeas de energía eléctrica, pero que no tengamos una autoridad para ese mismo tema", dijo Prodi este domingo.

Por eso mismo, la explicación del consorcio E.ON, proveedor de las regiones afectadas, era de la mayor importancia. La empresa dio a conocer investigaciones preliminares según las cuales se habría hecho necesario un corte en el suministro para no poner en peligro a un enorme crucero noruego. Éste navegaba en el río Ems, en Baja Sajonia, que es atravesado por la red eléctrica. La suspensión provocó una sobrealimentación en la red operada por E.ON y, consecuentemente, el apagón.

La trama empresarial

Pero el incidente del sábado también tiene repercusiones a nivel económico y corporativo. E.ON se encuentra desde hace meses en medio de una disputa por la toma de control del consorcio español Endesa.

Aunque éste ha tratado de defenderse de la Oferta Pública de Adquisición, que se daría de manera hostil (sin la intervención del Consejo de Administración de la empresa adquirida), los indicios más recientes apuntaban a un debilitamiento de la posición española.

Esto podría verse revertido en los próximos días. Hasta el momento, las explicaciones que ha dado el consorcio alemán no han sido del todo satisfactorias. El ministro alemán de Medio Ambiente, Sigmar Gabriel, dijo que los consorcios que proveen energía "deben utilizar sus grandes ganancias en inversiones para garantizar el suministro de energía".

Los ejecutivos de Endesa podrían utilizar este caso para defender con nuevos bríos su posición. El asunto todavía dará mucho de que hablar, tanto en el terreno corporativo como en el ámbito de los gobiernos europeos. Por lo pronto, la imagen del consorcio alemán ha quedado en la penumbra de la sospecha.