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“El mayor burdel de Europa”

GG29 de octubre de 2003

La denuncia de UNICEF sobre el alarmante grado de prostitución infantil en la zona fronteriza de Alemania y la República Checa coloca el foco sobre la política de Praga.

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Praga dice que se exagera el problema.Imagen: dpa/AP

La prostitución infantil en la frontera checo-germana prolifera de manera alarmante, dice la sección alemana del Fondo de las Naciones Unidas par la Infancia (UNICEF). Niños y jóvenes se ofrecen diariamente en gasolineras y estaciones de servicio a turistas en busca de sexo. Según UNICEF, muchas veces son los propios padres o hermanos, en la mayoría de los casos de familias muy pobres, quienes explotan a los bebés y menores.

La denuncia de UNICEF se basa en el trabajo científico de Cathrin Schauer, una trabajadora social que desempeña su labor en la zona fronteriza desde 1995 y ha publicado ahora en Alemania los resultados de sus pesquisas sobre la prostitución infantil bajo el título “Niños que se prostituyen”.

“Existe un mercado organizado”, explica Schauer, y añade que las redadas de las autoridades checas no suelen descubrir a los menores, sino sobre todo a mujeres adultas. El motivo es, según Schauer, que “la mayoría de los menores no se ofrecen en burdeles, sino en supermercados, salones recreativos, gasolineras y entradas de casas”.

“Clientes” alemanes

Los “clientes” proceden en la mayoría de los casos de los estados federados alemanes de Baviera y Sajonia (limítrofes con la República Checa), y las víctimas pertenecen a familias numerosas y pobres de la región checa de Bohemia y de Eslovaquia.

El presidente de la sección alemana de UNICEF, Reinhardt Schlaginweit, lamentó que la opinión pública cierre los ojos ante este problema, y exigió que tanto las autoridades checas como las alemanas armonicen sus leyes y persigan estos delitos como persiguen el tráfico de armas y de drogas.

Praga tiene que actuar

“La República Checa se ha convertido en un país barato para sexo con niños”, dice el psicólogo criminalista Adolf Gallwitz, quien califica la región fronteriza checo-germana de “mayor burdel de Europa”. El experto señala la pobreza de la región, con poca infraestructura y un alto nivel de desempleo, como posible causa del fenómeno.

El gobierno de Praga no tardó en reaccionar. El primer ministro checo, Vladimir Spidla, aseguró que la valoración del informe “no corresponde a la realidad”. El Ministerio del Interior checo declaró que las acusaciones por parte de UNICEF son “exageradas” y “dudosas”.

Política del avestruz

Lamentablemente, la República Checa no parece haber comprendido la seriedad del tema y se inclina por minimizar el asunto. Sin embargo, el problema de la prostitución y del abuso de niños en la frontera tiene una historia larga.

Ya poco después de la caída del comunismo, Bohemia se convirtió en un centro del turismo del sexo. Su ubicación en el corazón de Europa, cerca de los países del bienestar atrae a prostitutas de Bulgaria, Rumania, Ucrania y otros países del Este europeo.

No existen cifras exactas sobre la prostitución en la república Checa ya que este “oficio” no cuenta con una regulación legislativa. Las prostitutas no se tienen que registrar, no pagan impuestos y no están obligadas a continuos exámenes médicos. La República Checa ofrece desde hace años condiciones óptimas para la prostitución y es un mercado libre y fácil para cualquier pederasta en Europa. Es hora de que Praga ajuste su visión a la realidad.