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El forcejeo continúa

23 de abril de 2003

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunió para hablar sobre un posible levantamiento de las sanciones impuestas a Irak en 1990. Francia acercó su postura a la de Estados Unidos. Pero no lo suficiente.

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El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en Nueva York.Imagen: AP

En la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Francia se pronunció inesperadamente a favor de un levantamiento de las sanciones a Irak, lo mismo que China. El embajador francés a la ONU, Jean-Marc de la Sabliere, propuso temporalmente levantar las sanciones y después de una conformación de un gobierno legítimo iraquí, totalmente. París, sin embargo, sigue siendo de la opinión de que se incluyera a las Naciones Unidas y a la Organización de Energía Atómica en el el desarme de Irak.

Rusia sigue exigiendo que los inspectores de las Naciones Unidas constaten que Irak no dispone de armamento de exterminio masivo antes de levantar las sanciones, aunque no desechó totalmente la propuesta francesa. Sin embargo, Estados Unidos y sus aliados no permitirán que los expertos de Blix vuelvan a Irak. Y mientras que el jefe de los expertos declaraba que no los enviaría a Irak mientras su seguridad peligre, el embajador estadounidense a las Naciones Unidas, John Negroponte, afirmó que no está nada claro que los inspectores retomen alguna vez su trabajo, puesto que los aliados "han tomado la responsabilidad del desarme de Irak".

Blix y la credibilidad

Blix, por su parte, había declarado antes a la prensa que al cabo de dos semanas podría haber asumido el trabajo que dejara interrumpido, antes del 19 de marzo. En opinión de Blix, sería un error dejar la búsqueda del tan mentado armamento de exterminio masivo en manos de los hombres de Rumsfeld, no sólo por desconfiar de su capacidad, sino porque cualquier hallazgo de ellos –como los supuestos componentes de armamento químico- carecería de credibilidad a nivel internacional.

Petróleo por alimentos

El programa que las Naciones Unidas pusiera en marcha, "petróleo por alimentos", hace que todo ingreso por petróleo pase primero que nada por una cuenta de la ONU, para de ella pagar la ayuda humanitaria. 14 mil millones de dólares han fluído a esa cuenta, de los cuales ni una décima parte llegarán al pueblo iraquí pues el programa termina el 12 de mayo. Francia se pronunció a favor de un cese del programa, muy a tono con la voluntad de Estados Unidos.

Sin embargo, al parecer este acercamiento francés no es suficiente para Estados Unidos. Un levantamiento temporal no las eliminaría, y las sanciones ya no son necesarias, así la posición de Washington, que se mantiene en exigir un levantamiento total de las sanciones. Una Conferencia de Países Donantes para la reconstrucción de Irak tendría lugar una vez que el Banco Mundial constate las necesidades de Irak, declaró por su parte el jefe de Presupuesto del Pentágono, Dov Zakheim.