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El espectador mimado

pk25 de junio de 2004

Cuando, dentro de algunas semanas, comience nuevamente la Bundesliga, va a ser difícil cautivar a los aficionados alemanes. Sus exigencias de calidad han aumentado notoriamente con la Eurocopa.

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Zinedine Zidane (Francia), perseguido por Steven Gerrard (Inglaterra).Imagen: AP

Basta con encender el televisor y comienza el espectáculo. Ya los partidos de los octavos de final han ofrecido el mejor fútbol de Europa desde hace décadas. La victoria por 3 a 2 de los checos contra los holandeses pasará a la historia del balompié como un clásico.

Euro 2004 Tschechien - Lettland Milan Baros
Milan Baros (República Checa) festeja un gol.Imagen: AP

Pero también otros encuentros hicieron acelerar el ritmo de sístoles y diástoles de los espectadores, hasta el de quienes normalmente no se interesan por estas cosas. El 2 a 1 de Francia contra Inglaterra incluso fue declarado no apto para cardiacos.

El show de los benjamines

La mayoría de los equipos se presentó con buena táctica, excelente dominio del útil de juego y bastante descaro juvenil: los benjamines le robaron el show a las estrellas.

A primer plano pasaron sobre todo el inglés Wayne "Roonaldo" Rooney, el sueco Zlatan Ibrahimovic y el italiano Antonio Cassano. En el seleccionado alemán, Philip Lahm, de 20 años y Bastian Schweinsteiger, de 19, arrasaron con las simpatías de los aficionados: jugadores que hace un año atrás casi nadie conocía.

A alto nivel

El fútbol europeo se ha emparejado, a alto nivel. Incluso los seleccionados menos conocidos como potencia futbolística han dado que hablar en esta Eurocopa. Tanto Letonia como Suiza hicieron casi desesperar a Inglaterra y Francia, a Alemania y la República Checa.

Bulgaria no jugó tan mal como lo pueden hacer suponer algunos resultados y también Rusia se fue con la cabeza erguida. Alemania, España e Italia han sido las primeras víctimas de ese alto nivel.

El papel de "enfants terribles" de esta Eurocopa lo asumieron los italianos. Primero con el salivazo de Totti a Poulsen y luego con la osada afirmación de que el 2 a 2 entre Suecia y Dinamarca había estado "arreglado".

En conclusión, los aficionados no se pueden quejar. Está habiendo calidad, ritmo y goles para todos los gustos.