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El destino del Eintracht Frankfurt se llama Filip Kostic

Enrique López Magallón
29 de octubre de 2021

El mediocampista serbio Filip Kostic es uno de los grandes talentos de la Bundesliga y de su club, el Eintracht Frankfurt. Pero, por el momento, él mismo es su mayor enemigo a vencer.

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Fußball UEFA Europa League | Eintracht Frankfurt - Benfica Lissabon | Torjubel (1:0)
Imagen: AFP/D. Roland

Para muchos, incluido quien escribe este artículo, el Eintracht Frankfurt cuenta actualmente con el mejor distribuidor de balones al área del mundo. Se llama Filip Kostic, es serbio y tiene una zurda prodigiosa con la que lanza centros de calibradísima precisión al área enemiga. Esa virtud le sirvió de maravilla, por ejemplo, al ex delantero del equipo, André Silva, algunos de cuyos 28 goles en el torneo anterior se los debe precisamente a la portentosa preparación de Kostic.

Pero, paradójicamente, Kostic se ha vuelto en este torneo uno de los problemas del Frankfurt. En el partido de la jornada 9 contra el Bochum, el mediocampista una y otra vez se equivocó a buscar excesivamente el duelo contra uno, dos o hasta tres defensores a los que terca e inútilmente intentó burlar, en vez de jugar al primer toque como lo exigía la cerrada marca de los anfitriones.

En ese partido, el desempeño del jugador que semanas antes le había dado a su equipo un triunfo monumental sobre el Bayern Múnich parecía más bien un desplante, cuando no un berrinche.

El infierno de Bochum

El subterráneo desempeño de Kostic en el partido contra Bochum, que terminó ganando el recién ascendido, se asemejaba al de una "huelga virtual”, para la cual hay antecedentes claros. El verano anterior, Kostic y sus asesores negociaron la transferencia del serbio al Lazio de Roma. Kostic seguiría así los pasos del croata Ante Rebic, que había emigrado también al fútbol italiano, pero al AC Milán.

Kostic perdió un duelo tras otro en el partido contra Bochum
Kostic perdió un duelo tras otro en el partido contra BochumImagen: Lars Baron/Getty Images

El banquete parecía servido en la mesa romana, pero al final el trato se cayó por la cuota de liberación, que la Lazio no pudo cubrir. Kostic, se dice, lo tomó mal, e incluso se negó a participar en un entrenamiento a fin de presionar al Eintracht para que bajara sus pretensiones económicas. La jugada no cuajó, Kostic despidió a su agente, y el serbio se disculpó ante la hinchada de Frankfurt, prometiendo dar lo mejor de sí, ya consumada su permanencia obligada en el club.

El fin de la "conexión balcánica”

Pero el partido contra Bochum amenazó con abrir viejas heridas. Incluso, el problema es más estructural. Kostic, que en días dorados conformó una "conexión balcánica” en el Frankfurt junto con Rebic y Luka Jovic (todos dirigidos por Niko Kovac), se quedó solo en el club mientras los demás eslabones de esa cadena se iban a la Serie A y a la liga española (Jovic aún es parte del Real Madrid).

La "conexión balcánica" del Frankfurt en 2018: de izq. a der., Jovic, Kostic y Rebic
Eran como hermanos: la "conexión balcánica" del Frankfurt en 2018: de izq. a der., Jovic, Kostic y RebicImagen: picture-alliance/dpa/U. Anspach

A Kostic, en cambio, el mercado internacional no lo trató con justeza respecto de su calidad. A sus 28 años, el verano de 2021 era momento clave para el despegue internacional de su carrera, que finalmente no llegó. Contra Bochum hubo brotes de esa frustración.

El costo se mide en millones

Todos estos episodios, sin duda mal manejados por el entorno del jugador, han tenido un costo severo: el valor de mercado de Filip Kostic se ha derrumbado desde el verano anterior, cuando se tasaba en 35 millones de euros, hasta ubicarlo hoy en 20 millones. Kostic tiene contrato hasta junio de 2023.

Así las cosas, el partido contra el RB Leipzig puede ser decisivo en la carrera de Filip Kostic: o sigue saboteándose a sí mismo, o remonta la cuesta y se concentra en hacer brillar su indiscutible talento. Y en ello no solo está en juego su destino profesional, dentro y fuera de la cancha, sino también el del Eintracht Frankfurt y el de su entrenador, Oliver Glasner.