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¿Efecto dominó en Irak?

gg16 de marzo de 2004

La intención del futuro presidente del gobierno español de retirar las tropas de su país de Irak hace temblar a la “coalición de los voluntarios” y pone a Washington bajo presión.

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La "intervención y ocupación" de Irak "han sido un gran desastre", dice Zapatero.Imagen: AP

“Gallia est omnis divisia in partes tres”, es la célebre primera frase del emperador César en su libro ‘De bello Gallico’. Lo mismo podría decirse de Irak. El país está dividido en tres partes: una estadounidense, una británica, y la tercera bajo el mando de los polacos. A diferencia del emperador romano, el presidente estadounidense no siente mucha inclinación por cambiar el mapa. Pero las últimas declaraciones del futuro presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero cae como un chaparrón de agua fría para George W. Bush.

Muchos aliados de Washington en Irak se apresuraron en reafirmar su compromiso dentro de las fuerzas multinacionales estacionadas en el país. Una retirada de las tropas en Irak sería una victoria para los terroristas, sonaba desde Polonia. También Gran Bretaña, Bulgaria, Dinamarca, y Ucrania subrayaron inmediatamente su determinación de quedarse en Irak.

¿Quién será el próximo?

Ministerpräsident Leszek Miller Polen
Leszek MillerImagen: AP

Pero por detrás de los telones crecen los temores. Si los españoles se van a casa, "habrá con seguridad complicaciones para Polonia", confesó el primer ministro polaco, Leszek Miller. Polonia sigue contándose entre los más fieles aliados de Estados Unidos, pero los ciudadanos se preguntan cada vez más si su país también podría convertirse pronto en objeto de un ataque terrorista. De acuerdo con recientes encuestas, ya antes de los atentados terroristas en Madrid el 74 por ciento de los polacos temía que el país estuviera en la mira de terroristas islámicos. Muchos polacos que se oponen a la "aventura iraquí" por que, según ellos, no le trajo a Polonia las ventajas esperadas en forma de contratos de reconstrucción.

Der italienische Ministerpräsident Silvio Berlusconi, Porträt
Silvio BerlusconiImagen: AP

A otro fiel aliado de Washington en Europa, al italiano Silvio Berlusconi, también se tienen que haber puesto los pelos de punta al observar la masiva derrota de su amigo Aznar en las urnas españolas. "Si fue Al Qaeda, nosotros podríamos ser los siguientes", confesó Berlusconi a sus allegados expresando su temor. Al igual que Aznar, Berlusconi apoyó la campaña militar en contra de una gran parte de la voluntad de sus conciudadanos, cuando hace un año salieron a la calle millones de italianos con banderas de paz. ¿Podría surgir en un futuro cercano una situación en la que Roma se vea forzada a retirar sus 3.000 soldados estacionados en Irak?

Calma en Berlín

Obviamente, el gobierno alemán no siente ninguna tentación de echar más leña al fuego. Alemania fue junto a Francia uno de los países más críticos de la intervención militar en Irak, por lo que no envió soldados allí. En una entrevista con la emisora de radio Deutschlandfunk, el ministro alemán de Defensa, Peter Struck, subrayó, sin embargo, que ante todo es necesario “que siga habiendo una presencia internacional en Irak”, justificándolo con la situación de instabilidad en el país.

Respecto a los riesgos de que se produzcan nuevos atentados en Europa tras los ocurridos en Madrid el jueves último, Struck señaló que sería ilusorio pensar que Alemania está más segura por no haber participado en la guerra. “Al fin y al cabo estamos presentes en Afganistán, y si Al Qaeda considera que eso es un motivo para perpetrar un atentado, hay que contar con que Alemania no estará a salvo”, dijo el ministro. Pese a ello, Struck recalcó que Alemania no retirará sus soldados de Afganistán. “No lo haremos mientras la situación política no sea mucho más estable”, concluyó.

Pero mientras Berlín se lava las manos por su compromiso en Afganistán, Washington se preocupa mucho más del posible desmoronamiento de la “coalición de los dispuestos” en Irak. Por lo tanto, en Washington creció la presión de acudir a Naciones Unidas y conseguir en el Consejo de Seguridad un mandato explícito para una fuerza multinacional en Irak. Una legitimación que vienen demandando los miembros de la “vieja Europa” desde hace meses. Bush tiene que temer que la decisión española pueda constituir un caso precedente y conducir a un efecto dominó. España no es el único país en el que existen grandes discrepancias entre las decisiones del Gobierno y la voluntad de la población en la cuestión iraquí. Más de uno de los mandatarios en la “coalición de dispuestos” se pregunta ahora si podría sufrir el mismo destino como el vencido José María Aznar. Ahora la pelota está en el campo de Washington.