Diplomáticos y soldados: la esperanza en Cercano Oriente
16 de agosto de 2006
El Rhein-Neckar Zeitung, de Heidelberg asiente: “No hay duda, tras el incendiario discurso del presidente Sirio Steinmeier tenía que parar su visita. Hubiera sido vergonzoso que el jefe de Estado sirio hubiera atacado a Israel inmediatamente después de su encuentro con el ministro alemán.
La fácil fórmula de acoger a Damasco y Teherán no funciona, pues se trata de dos personajes que compiten por el liderazgo en el mundo árabe. De otro lado, países moderados como Jordania tienen que asumir la dirección a través de Naciones Unidas”.
¿Hezbolá golpeada de muerte?
El diario vienés Der Standard apunta: “La milicia Hezbolá, así reza una versión, perderá rápidamente su aureola de invicta “guerrera de Dios”. Para un papel político la guerrilla de Hassan Nasrallah se ha desacreditado, es lo que esperan Washington y Londres.
Ya militarmente Hezbolá fue decimada mucho más de lo que ha querido reconocer. En el caso de que las tropas de paz de Naciones Unidas cumplan realmente su misión en el sur del Líbano, Hezbolá se convertirá en una asociación de rezanderos sin armas ni territorio”.
Israel mismo pide soldados alemanes
El rotativo polaco Gazeta Wyborcza, de Varsovia elucubra: “Críticos argumentan que es inimaginable que un soldado alemán se encuentre en la situación de tenerle que disparar a un israelí. Pero es Israel mismo el que pide la presencia del Bundeswehr, el ejército alemán, en el sur del Líbano, región fronteriza con el Estado judío.
No es de extrañarse, pues Alemania es en el mundo diplomático a nivel internacional el único socio serio y que además mantiene excelentes relaciones tanto con Israel como los países árabes. En caso de un envío de tropas alemanas de paz al sur libanés, la neutralidad alemana es invaluable.”