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Descubren puerta de entrada del virus del VIH/SIDA a las células

Evan Romero-Castillo20 de diciembre de 2012

Tras descifrar la manera en que el VIH, el virus causante del SIDA, penetra las células del sistema inmunológico para diseminarse dentro del organismo, científicos europeos prevén nuevas terapias contra el síndrome.

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Imagen: AIDS-Forschungsinstitut IrsiCaixa, Barcelona

“Teníamos la llave y ahora hemos encontrado la cerradura. El enigma está resuelto”, dice exaltado Javier Martínez-Picado, miembro del equipo de investigadores que acaba de identificar la manera en que el virus causante del SIDA penetra las células del sistema inmunológico humano para diseminarse dentro del organismo. Este es el hallazgo más reciente de una serie de experimentos liderada por Martínez-Picado y Nuria Izquierdo-Useros en el Instituto de Investigación del SIDA IrsiCaixa, de Barcelona, España y la Universidad alemana de Heidelberg.

El comunicado de los expertos explica que una de las razones por las cuales no se ha encontrado una cura para la infección con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es que éste infecta las células del sistema inmunológico encargadas de activar la respuesta que tendría que frenar la infección. Más de veinte fármacos disponibles hoy en el mercado actúan bloqueando el ciclo que sigue el VIH para infectar los glóbulos blancos conocidos como linfocitos T CD4, pero no curan porque no consiguen eliminar el virus del organismo por completo.

Los medicamentos en cuestión no actúan sobre las células dendríticas, en las que el VIH también penetra; el VIH se acumula en su interior sin perder su potencial infeccioso. Las células dendríticas son las encargadas de activar la respuesta inmunitaria, pero, cuando contienen el VIH, éstas no sólo cumplen su tarea original, sino que también infectan a los linfocitos T CD4, contribuyendo a que el virus se propague por el organismo. Lo que los científicos europeos descubrieron fue la puerta de entrada del VIH a estas células dendríticas.

Mikroskop
El hallazgo reciente resuelve un enigma que la comunidad científica internacional intentaba descifrar desde hacía años.Imagen: Fotolia/Kurhan

Caballos de Troya para el VIH

Este era un enigma que la comunidad científica intentaba descifrar desde hacía años. Hans-Georg Kräusslich del Hospital Universitario de Heidelberg, Alemania, y Amalio Telenti de la Universidad de Lausanne, Suiza, comparten la emoción del momento; ellos colaboraron con el estudio, cuyos resultados fueron publicados en la revista científica internacional PLoS Biology este martes (18.12.2012). Los equipos dirigidos por Martínez-Picado, Izquierdo-Useros, Kräusslich y Telenti ya habían tenido éxitos prometedores a principios de 2012.

El pasado mes de abril, los científicos publicaron un artículo en la misma revista para anunciar la identificación de una molécula llamada gangliósido, que se encuentra a la superficie del VIH y que le permite entrar a las células dendríticas. Los nuevos experimentos demuestran cuál es la molécula de las células dendríticas que captura el VIH y facilita su rápida propagación por el organismo. “Ya estamos trabajando en el desarrollo de un fármaco que bloquee este proceso y que aumente la eficacia de los tratamientos actuales contra el SIDA”, comenta Javier Martínez-Picado.

“Además, hemos observado que la proteína que actúa como ‘cerradura’ para la entrada del VIH también podría facilitar la entrada de otros virus. Por lo tanto, este hallazgo también podría llevar al desarrollo de tratamientos para otras infecciones que utilizan una vía de propagación similar a la del VIH”, sostiene la investigadora Nuria Izquierdo-Useros. Para identificar la molécula de la membrana de las células dendríticas que captura el VIH, los investigadores centraron su investigación en estudiar una familia de proteínas presentes en la superficie de las células dendríticas llamadas siglecs, que se sabe que se unen a los gangliósidos.

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Una campaña de 2012 contra la discriminación de las personas que viven con el VIH en Alemania.Imagen: BZgA

Ciencia y ética, avances dispares…

Si los avances éticos se persiguieran con la misma intensidad con que se busca una cura para el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, poner coto a la pandemia se convertiría en una meta mucho más fácil de alcanzar. Palabras más, palabras menos, ese fue el mensaje emitido por Freddy Justiniano, director del Centro Regional del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Panamá, durante un encuentro de expertos que se realizó en la capital de ese país en noviembre.

Los especialistas insistieron en que contener la propagación del VIH no depende únicamente de quienes buscan una vacuna contra la infección, sino también del Gobierno y de la sociedad civil de cada país. Es decir, reducir las cifras de nuevas infecciones pasa por defender los derechos humanos de las personas afectadas y diseñar políticas públicas para poner fin a la exclusión social de la que son objeto. “Las personas seropositivas viven expuestas al estigma, a la discriminación y a la violencia”, denunció Justiniano.

En América Latina, 92.000 personas se infectaron con el virus que causa el SIDA en 2009, según un informe del PNUD. El documento en cuestión advierte que los ciudadanos más golpeados por la marginación social –los homosexuales, los transexuales, las trabajadoras sexuales, los drogadictos y los presidiarios, por ejemplo– tienen una probabilidad de infección treinta veces más alta que la de quienes no sufren exclusión social. Para Justiniano, esta no es una casualidad: los excluidos suelen estar alejados de los servicios sanitarios.

Autor: Evan Romero-Castillo
Editor: José Ospina-Valencia