Una dieta crudívora consiste en ingerir alimentos crudos y sin procesar; es decir, los alimentos no se cocinan ni se calientan por encima de los 45°C. Y es que, los procesos de cocción suelen destruir gran parte de las propiedades nutritivas de algunos alimentos. Los beneficios claros de comer frutas, verduras y brotes crudos son evidentes, pero ¿cuáles son sus desventajas y riesgos?