Comisaria contra el maltrato infantil

Una comisaria berlinesa se ha hecho acreedora al Prix Courage, un premio al valor cívico, por su incansable trabajo a favor de la protección de los niños, exactamente protegiendo a los niños maltratados.

Gina Graichen de cincuenta años y madre de dos niñas de once y catorce años es policía de investigaciones criminales y jefe de la sección de "delitos en contra de los necesitados de protección" bajo los que se entiende niños y jóvenes hasta los 18 años, minusválidos también mayores de 18 años y ancianos. Trabaja desde hace veinte años en el tema, y gracias a su esfuerzo se creó esa sección. Ella y sus 22 colaboradoras se enfrentan todos los días a padres que maltratan a sus hijos.

Maltrato y descuido

La policía de investigaciones criminales define el maltrato y el delito así: "Bajo maltrato se entiende violencia al interior de un hogar, y no se trata de un golpe, sino de maltrato físico repetido por medio de golpes con la mano o el puño, puntapiés en cualquier región del cuerpo o utilizando objetos como palos de escoba, cucharas de la cocina, bastones de bambú o cualquier otro objeto. Del maltrato por lo general quedan huellas en el cuerpo de la víctima tales como moretones, mordidas o heridas de todo tipo. Víctimas del descuido son sobre todo los niños hasta los 16 años que no han sido suficientemente alimentados por su padres, que crecen en ambientes completamente antihigiénicos que pone su salud corporal y mental en peligro".

Muchos casos

Muchos de estos niños sufren de por vida consecuencias del maltrato corporal y psicológico, y por lo menos uno al año muere por esa causa. También el descuido es un maltrato criminal; en Alemania se han dado ya varios casos de niños que han sido encerrados por sus padres y, literalmente, matados de hambre. Según la Concejalía berlinesa para el niño y la juventud, en el 2004 en Alemania ha habido 4539 casos de niños descuidados o maltratados.

Veinte años de trabajo

Cuando en 1978 Gina Graichen ingresó a la Oficina de Investigaciones Criminales, la protección al menor era todavía un rubro bastante subestimado. Su trabajo constante lo convirtieron en una sección propia, con una dirección y teléfono propio al cual acudir en caso de sospecha. La información y la denuncia de los vecinos, por ejemplo, son de incalculable valor. Desde el verano de 2004, cuando la sección de Graichen estableció una línea directa, se ha recibido más de 500 llamadas de denuncia, gracias a las cuales se verificó 472 casos de niños maltratados, en pleno centro de la acomodada Berlín.

Un caso decisivo

El primer caso al que se enfrentó Graichen decidió su rumbo profesional: una habitación oscura, con restos de vómito, un colchón infesto, un cartón como cortina. Ahí habían vivido por algún tiempo dos niños, el más pequeño de dos años y medio acababa de morir; los padres lo habían matado de hambre.

Eso fue en 1985. Veintiún años más tarde en toda Berlín hay carteles que rezan: "Su llamada puede ser decisiva para la vida de un niño" y se da el número de teléfono del servicio de emergencia. A esta campaña, según informa la propia Graichen, serán donados los diez mil euros de los que está dotado el Prix Courage.