Publicidad
En la ciudad-oasis Dunhuang, en el oeste de China, la arena ha reducido el tamaño del lago de la Media Luna, de 2000 años de antigüedad. El creciente turismo en la región desértica ha contribuido a la disminución de sus aguas. Los científicos quieren revertir este proceso instalando corredores de viento que impidan que el lago sea sepultado.