Centro Antártico Internacional: puerta de entrada al continente blanco

A orillas del estrecho de Magallanes, Chile proyecta construir el Centro Antártico Internacional (CAI). Este edificio, que desde lejos parece un enorme iceberg, conectará con el continente blanco tanto a equipos de investigadores como al público general. Estará emplazado en Punta Arenas, una de las entradas para quienes viajan a las bases internacionales.

Llegar a la Antártida es una empresa compleja. Implica meses y hasta años de planificación, trasladar equipos, laboratorios, disponer de un medio de transporte y alojamiento, entre muchos requerimientos. Ante el creciente número de programas antárticos nacionales e internacionales hay una gran necesidad de bienes y servicios que exigen soporte.

Con el nuevo Centro Antártico Internacional, Chile busca consolidar a Punta Arenas como la principal puerta de ingreso al continente blanco. El CAI dará apoyo logístico a las expediciones nacionales e internacionales, contará con laboratorios especializados en hielo, atmósfera, océano y ecología, entre otros, y auditorios y espacios para actividades académicas.

“Nuestra intención es que la sociedad del conocimiento encuentre aquí una casa”, dice el paleobotánico Marcelo Leppe, director del Instituto Antártico Chileno (INACH), una de las instituciones promotoras de la idea, junto con el gobierno regional. Al mismo tiempo, el CAI acercará la Antártida a la comunidad.

Turistas de todo el mundo llegan a la región de Magallanes para recorrer los parques naturales de la Patagonia. El CAI se suma a las atracciones de la zona con un planetario, acuario con especies de los mares australes, área museográfica y salas climatizadas donde se podrá replicar la experiencia de estar en el continente blanco.

Pero no todo ha sido hielo en la Antártida, como lo demuestran estos restos fósiles de una investigación realizada por el INACH. En viveros especializados, ese instituto está cultivando a los parientes actuales más cercanos de estas plantas para levantar en el CAI un bosque que tendrá también figuras de dinosaurios y especies animales a escala natural.

Esta imagen recrea cómo se habría visto un paisaje antártico de hace más de 30 millones de años, muy distinto a la imagen actual. Basándose en investigaciones realizadas en la Antártida, hoy se sabe que la flora tiene mucha relación con la que está hoy presente en el sur y parte del centro de Chile. Estos son algunos de los hallazgos que serán expuestos en el CAI.

A pesar de la distancia, la Antártida está mucho más conectada con el resto del mundo de lo que se piensa. Investigaciones demuestran que existió un vínculo terrestre con Sudamérica entre 70 millones y casi hasta 30 millones de años atrás en forma intermitente. La exploración del continente blanco atrae hoy a investigadores de todo el mundo.

La Antártida es un laboratorio fundamental para estudiar los efectos del cambio climático, entre otros temas. De ahí el interés de científicos de diferentes países, que realizan aquí cada año sus campañas. El acceso y apoyo logístico que brinda Chile es fundamental y espera potenciarlo con el CAI. En la foto, un equipo del INACH en la instalación de un sensor climático.

El CAI contará con una superficie de 33 mil metros cuadrados y será administrado por el INACH y la Universidad de Magallanes. El gobierno regional de Magallanes invertirá más de 80 millones de dólares, en una apuesta por la ciencia, el fomento de la cooperación internacional y el desarrollo sustentable. Se espera que abra sus puertas en 2026.