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Cartel H2: los cómplices del General Cienfuegos

26 de octubre de 2020

La detención de Salvador Cienfuegos, ex secretario de la Defensa en Méxco, ha destapado revelaciones insólitas. Entre otras cosas, el propio general ayudó al "Cartel H2" a conseguir transporte para cargamentos de droga.

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El general Salvador Cienfuegos, ex secretario mexicano de la Defensa Nacional. (archivo)
El general Salvador Cienfuegos, ex secretario mexicano de la Defensa Nacional. (archivo)Imagen: OctavioxNavax/ZUMA Wire/imago images

Desde el 2012, la agencia antidrogas de Estados Unidos, DEA, había escuchado en diversas intervenciones a comunicaciones realizadas entre miembros de la delincuencia organizada el apodo de un alto funcionario mexicano al que llamaban "Padrino”. Fue hasta 2017 que lograron saber que se trataba del entonces Secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, detenido la semana pasada en Los Ángeles, California, y quien fue presentado ya en la Corte de Distrito Este de Nueva York. Cienfuegos es acusado de narcotráfico y de haber recibido sobornos por parte de una célula del Cartel de los Beltrán Leyva conocida como "El Cartel H2".

El general recibió de la organización de los Beltrán Leyva un teléfono Blackberry previamente manipulado técnicamente por la DEApara estar intervenido. El aparato fue filtrado por la Agencia en ese circuito criminal, a través de un informante. Quien le dio el teléfono al entonces Secretario de la Defensa Nacional de México (Sedena) no sabía que el aparato estaba "truqueado". De acuerdo con la información que obtuve, la propia DEA nunca habría imaginado que el aparato llegaría finalmente a las manos de "Padrino”.

Anabel Hernández, periodista mexicana y autora de esta columna
Anabel Hernández, periodista mexicana y autora de esta columna

¿Exceso de confianza?

Cienfuegos pensaba que tenía entre sus manos un Blackberry con los códigos de encriptación más sólidos e inviolables, y por esa razón confió en que se comunicaba libremente con quienes le pagaban millonarios sobornos, y con sus cómplices. Gracias a esa excesiva confianza del general es que la DEA tiene registrados miles de mensajes enviados y recibidos por el entonces Secretario de la Defensa Nacional, y la ubicación de donde se encontraba Cienfuegos al momento de enviar y recibir esas comunicaciones. Ahora, estas son las pruebas que lo hundirán en USA  y le auguran una larguísima permanencia en prisión.

Mientras el gobierno de México especula si las pruebas que tiene la Corte Este de Nueva York son lo suficientemente fuertes, allá ya preparan más órdenes de arresto contra otros funcionarios y ex funcionarios mexicanos coludidos con Cienfuegos.

Agente de la DEA en imagen de archivo
La DEA infiltró un teléfono modificado en el entorno del general Cienfuegos. (archivo)Imagen: picture-alliance/dpa

"Entre 2012 y 2018, el imputado fue el Secretario de Defensa Nacional de México, responsable de la gestión del Ejército Mexicano y la Fuerza Aérea Mexicana y reportó directamente al presidente de México, Enrique Peña Nieto. Mientras ocupaba un cargo público en México, el acusado usó su cargo oficial para ayudar al Cartel H-2, un famoso cartel mexicano de la droga, a cambio de sobornos”,  se señala en los documentos que obran en el expediente criminal.

La Fiscalía afirma que El Cartel H-2 "es una violenta organización mexicana de narcotráfico que anteriormente estuvo dirigida por Juan Francisco Patrón Sánchez, también conocido como H-2, y tiene su sede en Nayarit y Sinaloa, México”. Esos criminales tuvieron células de distribución de droga en Los Ángeles, Las Vegas, Ohio, Minnesota, Carolina del Norte y Nueva York, a través de las cuales distribuyó miles de kilogramos de heroína, cocaína, metanfetamina y marihuana, y ganó millones de dólares en ingresos ilegales.

Se afirma que "a través de la  interceptación de miles de mensajes" del Blackberry se tienen pruebas de que, cuando  Cienfuegos fue titular de la Sedena, a cambio de los sobornos ayudó al Cartel H2 para que el ejército mexicano no afectara sus operaciones y atacara a grupos rivales. Además, el propio general los ayudó a conseguir transporte marítimo para sus cargamentos de droga y  expandir su territorio en Sinaloa.

Incluso, en los mensajes interceptados la DEA descubrió que Cienfuegos estaba filtrando al líder mayor del llamado Cartel H-2 investigaciones que el gobierno estadounidense tenía en curso. Con esta filtración, Cienfuegos habría firmado su propia sentencia, porque si hay algo que las autoridades de Estados Unidos no toleran es la traición directa.

Degradante actuación

Habrá que recordar que uno de las cosas que ayudó a que el gobierno estadounidense decidiera concretar la detención de García Luna, fue que él y Cárdenas Palomino compartieron con el cartel de los Beltrán Leyva, información de ese mismo gobierno. Gracias a esto, Arturo Beltrán Leyva ordenó la tortura y muerte de un infiltrado de la DEA.

En su degradante actuación, Cienfuegos no sólo se corrompió así mismo sino "ayudó a presentar a los mayores líderes del Cartel H2 con otros funcionarios corruptos del gobierno de México dispuestos a ayudarlos a cambio de sobornos”. Gracias a esos otros funcionarios, el Cartel H-2  "logró el arresto y la tortura de narcotraficantes rivales por parte de las fuerzas del orden mexicanas y la liberación de los miembros del Cartel H-2 de la prisión…”, afirma la Fiscalía de Nueva York.

Salvador Cienfuegos Zepeda y Enrique Peña Nieto (archivo)
Cienfuegos reportaba directamente al entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto (der.)Imagen: Rebecca Blackwell/AP Photo/picture-alliance

Esto significa claramente que, gracias a los mensajes interceptados, el gobierno de Estados Unidos no solo tiene pruebas contra el general.  Al igual que el caso de Genaro García Luna, ex Secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón, su detención causará otras acusaciones en cadena, incluyendo la de otros militares, miembros de la Policía Federal y de la PGR de alto rango.

Reclamo peculiar

Extrañamente, ahora el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reclama que Estados Unidos nunca les informó sobre las investigaciones que tenían en curso contra el ex Secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos.

Antes que reclamar a los estadounidenses, primero tendría que reclamar a la Fiscalía General de la República que encabeza Alejandro Gertz Manero. También debe reclamarle a Alfredo Higuera Bernal, responsable de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SIEDO) y a  Felipe de Jesús Gallo Gutiérrez, Coordinador de Métodos de Investigación, a quien he señalado en anteriores colaboraciones, es parte del grupo de Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino, acusados en Nueva York de proteger al Cartel de Sinaloa y los Beltrán Leyva.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO)
El gobierno de AMLO reclamó que no se le iformara sobre la detención de Cienfuegos. (archivo)Imagen: Marco Ugarte/AP/picture-alliance

Extradiciones y negociaciones

La Fiscalía pudo haber investigado y detenido a Cienfuegos antes que los estadounidenses. Y pudo haberlo hecho porque ,en abril de 2019, la Fiscalía dio a conocer la detención de Deovaldo Gutierrez Alfaro alias "Leoba”, identificado como integrante importante del Cartel H2.

En vez  de abrir un proceso en su contra, de interrogarlo y así descubrir los arreglos entre esa organización criminal y el general Cienfuegos, y otros funcionarios y ex funcionarios, lo mandaron extraditado en noviembre de 2019  a Estados Unidos, y ahora esta en las manos de la Fiscalía de la Corte de Distrito Este de Nueva York y del Fiscal Michael Robotti, quien tiene la acusación contra "Leoba” y Cienfuegos.

Simultáneamente, el gobierno de México también extraditó a Carlos Arturo Rubio Parra alias "Canche”, otro miembro del Cartel H2 que habría podido dar importante información a la Fiscalía General de México, si ésta hubiera iniciado una investigación.

Ambos, "Leoba” y "Canche”, de acuerdo a la información pública de la Corte, tienen en curso negociaciones con la Fiscalía para llegar a una declaración de culpabilidad. Y por ende, como es usual en estos casos, colaborar y dar información.