Cadena perpetua para ruso-alemán que asesinó a egipcia en un juicio
11 de noviembre de 2009En el juicio, seguido con gran expectación en Alemania y en el mundo islámico, los jueces lo declararon culpable "de suma gravedad" de asesinato, intento de asesinato y lesiones corporales graves. Por ello se da por hecho que no saldrá de la cárcel hasta al menos dentro de 15 años, como establece la ley penal alemana.
Además tendrá que indemnizar a la familia de la víctima, -a sus padres, viudo, hermano e hijo- por "todos los daños materiales e inmateriales".
El motivo del asesinato fue "el odio a los extranjeros que había desarrollado el acusado en su estancia en Alemania", enfatizó la juez del caso, Birgit Wiegand.
El desempleado, originario de la localidad rusa de Perm y residente desde 2003 en Alemania, había calificado la vida en Alemania de "multiculturalidad de mierda" y estaba convencido de que los extranjeros le quitaban el trabajo, sobre todo los árabes, añadió Wiegand. Hacia ellos desarrolló un odio especial. "Para él, todos eran islamistas", dijo.
Alex W. "mató a El-Sherbini, de 31 años y embarazada de tres meses, no por temor o miedo, sino por venganza. Para ello se aprovechó de la ingenuidad e indefensión" de su víctima", justificó.
Según dijo, el condenado a cadena perpetua se sentía "parte de una raza superior" y miraba con inferioridad a la mujer egipcia.
Alegaron ezquisofrenia
El acusado había confesado ampliamente su culpa, pero no había mostrado señales de arrepentimiento. En todo momento sostuvo que no había planeado el ataque y que tampoco tenía motivación racista. Según explicó, lo hizo presa del pánico y sintiéndose tratado injustamente por la Justicia alemana. El uno de julio, mató con 18 puñaladas a la egipcia Marwa El-Sherbini e hirió de gravedad a su marido. Lo hizo en la misma sala de audiencias de Dresde en la que se celebraba el juicio en su contra por proferir insultos racistas contra ella en una plaza pública. Todo empezó en agosto de 2008, cuando Alex W. agredió verbalmente a la joven en una plaza infantil de Dresde diciéndole "islamista", terrorista" y "puta", porque ella no quiso descubrirse la cabeza cuando él se lo exigió. La egipcia lo denunció y el agresor fue condenado a pagar una multa, aunque durante el proceso hizo declaraciones sobre los musulmanes que fueron consideradas xenófobas por la fiscalía, por lo que apeló la sentencia y solicitó una pena mayor.
En la apelación, el pasado uno de julio, cuando la joven embarazada quiso abandonar la sala tras prestar testimonio, el acusado la apuñaló. Lo hizo delante del hijo de la asesinada, de tres años, y de su marido, que corrió en su ayuda y también resultó gravemente herido, en parte porque un policía que vio la escena supuso que era el agresor y le disparó en una pierna.
La defensa había solicitado ayer martes la suspensión del juicio alegando que su cliente padecía esquizofrenia, mientras que la acusación había pedido cadena perpetua. Hoy la Asociación turca en Alemania y los representantes egipcios en el mismo país, entre otros, manifestaron su satisfacción con la decisión del tribunal.
Autor: DPA/AFP/CHP
Editor: Claudia Herrera Pahl