Célebres cementerios alemanes
Hoy los alemenes recuerdan a sus seres queridos muertos y aprovechan para visitar sus tumbas. De Colonia a Berlín, de Weimar a Múnich, estos son los cementerios más conocidos de Alemania.
Honrando la memoria de los muertos
En territorio germano, los protestantes celebran el Día de los Muertos en el último domingo de su calendario litúrgico, es decir, el domingo antes del primer Adviento. Este año, los evangélicos visitarán masivamente los cementerios del país este 24 de noviembre. A continuación, DW pasa revista a los cementerios más célebres de Alemania.
Cementerio de Dorotheenstadt en Berlín
Los cementerios no sólo son visitados para honrar la memoria de los desaparecidos, sino también para pasear por sus jardínes o para regodearse en la belleza de la arquitectura y en su historia. En este sentido, el cementerio de Dorotheenstadt tiene mucho que ofrecer; allí están enterrados el dramaturgo Bertolt Brecht y su esposa Helene Weigel.
Cementerio Ohlsdorf en Hamburgo
Con una superficie de 391 hectáreas, el cementerio Ohlsdorf de Hamburgo es el más grande de mundo. Desde su inauguración, en 1877, se han realizado 1,4 millones de sepelios en ese cementerio. Dos de las 235.000 tumbas visibles pertenecen al actor Gustaf Gründgens y al escritor Wolfgang Borchert.
Cementerio Melaten en Colonia
El cementerio Melaten de Colonia aparece mencionado por primera vez en un documento histórico del año 1243. En la Edad Media sirvió como albergue para leprosos y también como sitio de ejecuciones. Hoy acoge unas 55.000 tumbas; no todas de aspecto solemne. Antes de morir, un difunto pidió que su tumba reflejara su amor por el Carnaval...
Cementerio Histórico de Weimar
El cementerio inaugurado en 1818 fue reconocido por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1998. Allí han sido enterrados miembros de las casas reales de Sajonia-Weimar y Sajonia-Weimar-Eisenach, y también los restos de Goethe. La tumba de Schiller está vacía desde que una prueba genética determinara que la osamenta allí enterrada no pertenecía al célebre poeta.
Cementerio St. Georg en Múnich-Bogenhausen
Quien desee ser enterrado en este cementerio debe cumplir con algunos requisitos. Y es que las 208 tumbas de este pequeño cementerio están ocupadas por lo más granado de la cultura bávara y alemana. Entre los prominentes artistas allí enterrados figuran el escritor Erich Kästner, el controvertido director Rainer Werner Fassbinder y el productor cinematográfico Bernd Eichinger.
El Waldfriedhof en Múnich
Entre los alargados árboles de la capital bávara no pasa un día sin que se recuerde al dramaturgo Frank Wedekind, al director Fritz Kortner o al escritor Michael Ende, enterrados en el Waldfriedhof. Inaugurado en 1905, este fue el primer cementerio de su tipo: en él se ha prescindido por completo de las formas geométricas más severas. En sus 170 hectáreas hay espacio para unas 59.000 tumbas.
El cementerio judío en Berlín-Weißensee
Abierto en 1880, el de Berlín-Weißensee es el cementerio judío más grande de Europa. Amparado por la ley alemana de protección a los monumentos históricos, este cementerio acoge a 11.600 tumbas. Una de ellas está ocupada por los restos del escritor Stefan Heym.
El "Heiliger Sand" o cementerio judío de Worms
De entre los cementerios judíos que aún se conservan, el "Heiliger Sand" es considerado el más antiguo de Europa. Se estima que fue abierto en 1034, el mismo año en que abrió sus puertas la primera sinagoga de Worms. En "Heiliger Sand" se encuentran unas 2.000 tumbas; la más antigua de ellas data de 1058. A sus 2.000 años, Worms es una de las ciudades alemanas más antiguas.