Bush retirará tropas estacionadas en Alemania

Unos 70.000 soldados estadounidenses estacionados en Europa y Asia regresarán, paulatinamente, a su país. Ésta ha sido una de las medidas esperadas con más expectativa y temor en Alemania, el país en donde desde el fin de la Segunda Guerra Mundial se han mantenido las más grandes bases estadounidenses fuera de norteamérica.

Según George Bush “en los próximos 10 años (las fuerzas militares estadounidenses) reaccionarán más ágil y flexiblemente”. Washington reacciona así a “los cambios del mundo que hacen necesario un nuevo concepto de estacionamiento de tropas”. Las tropas estacionadas, principalmente, en Alemania obedecían al peligro que representaba la cercanía al bloque comunista.

A los confines de la OTAN

Según el Gobierno estadounidense lo que ahora se necesitan son unidades móviles que lleguen rápido a los focos de peligro. Algunos de los batallones por remover serían trasladados al Este europeo. Allí, en los confines de la Organización del Atlántico Norte (OTAN), ven los estrategas militares los riesgos del presente y el futuro.

Aparte de los soldados estadounidenses emplazados en Afganistán e Irak, Estados Unidos mantiene unos 200.000 efectivos en el extranjero. Pero aparte de los 70.000 soldados que se mudarían a casa, también se cuentan alrededor de 100.000 familiares y empleados civiles.

Miles de familiares

De Alemania serán retiradas, de acuerdo a los planes presentados por Estados Unidos, la 1ª división de tanques estacionada en Wiesbaden, al oeste de Fránkfurt del Meno y la 1ª división de infantería concentrada en Würzburg, al norte de la capital bávara de Múnich. En Alemania viven cerca de 80.000 militares estadounidenses en servicio a quienes acompañan 94.000 familiares.

Militares como factor económico

Los fuerzas militares estadounidenses son una importante fuente de ingresos para algunas de las regiones en donde, por más de medio siglo, han residido y trabajado. Con el tiempo, las tropas se convirtieron en un factor económico para diferentes municipalidades. Por ello, su retiro es considerado por los gobiernos regionales como una “pérdida”. Las autoridades de Spangdahlem, en donde se encuentra uno de los aeropuertos militares de Estados Unidos en Europa y Baumholder, ambas localidades del sur de Alemania, han entrado en negociaciones para asegurar la estabilidad económica de las regiones.

Mientras Berlín se muestra aún reservada ante los planes de retiro de tropas estadounidenses, el gobernador del Estado de Baviera, el cristianodemócrata Edmund Stoiber, anunció que “buscará mantener la mayor cantidad de soldados norteamericanos en su región”.