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Bush: el discurso de la fuerza

Emilia Rojas3 de septiembre de 2004

El presidente estadounidense, George W. Bush, cerró el congreso republicano presentándose como el garante de la seguridad, dando un adelanto de lo que espera al mundo para los próximos años si resulta reelecto.

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Fiesta republicana.Imagen: ap

Estados Unidos y el mundo se han convertido en un lugar más seguro, gracias a su política. Así ve las cosas el presidente estadounidense, George W. Bush. Y así lo subrayó una vez más al culminar el congreso del partido republicano, que confirmó oficialmente su candidatura para un segundo período en la Casa Blanca. Desafiando la antigua consigna de que las elecciones se ganan con temas internos, sobre todo relativos a la economía y las oportunidades de trabajo, el actual mandatario apuesta fuerte a la carta de la política exterior. Pero, en su caso, tiene sentido. Porque, para Bush, lo que está en juego es la seguridad del propio país y ese es, sin duda, un asunto interno.

Repercusiones internacionales

Mucho se puede discutir acerca de la visión del presidente, en campaña para la reelección. Pero hay algo en lo que la gran mayoría coincide: el resultado de los comicios de noviembre tendrá amplias repercusiones para el mundo entero. Porque el discurso de Bush dejó muy en claro qué es lo que cabe esperar para los próximos 4 años si es confirmado en el cargo: una política de marcado tinte unilateral, basada en la doctrina que justifica la guerra preventiva. Como lo formuló el propio mandatario: "seguiremos a la ofensiva y atacaremos a los terroristas en el extranjero, para que no nos veamos confrontados con ellos en casa".

Para Europa, y concretamente para Alemania, el tono que se escuchó en el congreso republicano no resulta tranquilizador. En primer lugar, porque en el viejo mundo muchos discrepan con el positivo balance expuesto de la lucha contra el terrorismo. El corresponsal del semanario alemán Der Spiegel hace notar la ligereza con que el presidente dio por tratado el tema de "la tragedia de Irak, que no tiene soluciones simples". O cómo abordó la situación imperante en Afganistán, donde a juicio del periodista germano se han desperdiciado oportunidades y surgen nuevos malos augurios.

Críticas contra Alemania

Pero esas preocupaciones no tienen cabida en la visión de Bush. Para él, lisa y llanamente Irak y Afganistán han sido liberados y les espera un futuro democrático. Ni una palabra sobre los desaciertos, ni sobre la falacia de las supuestas armas iraquíes de exterminio masivo, con que justificó la guerra contra Bagdad. Ni un gesto de comprensión para con aquellos que no se plegaron a su campaña militar. Otros oradores, como el ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, aprovecharon incluso para echar más carbón a la vieja hoguera, criticando a Alemania por haber tratado anteriormente en forma demasiado blanda a terroristas.

Recriminaciones como aquella resultan inaceptables hasta para un conservador alemán como Peter Hintze, vicepresidente del grupo parlamentario germano-estadounidense en el Bundestag. Hintze, quien asistió con otros compatriotas cristianodemócratas al congreso republicano, calificó tales reproches de "ahistóricos, injustificados e injustos", subrayando que Alemania ha demostrado hace mucho tiempo que lucha decididamente contra el terrorismo. En este contexto, lamentó que se haya desperdiciado la oportunidad de contribuir a mejorar las relaciones entre Washington y Berlín y que muchos oradores hayan utilizado la ocasión para "ganar puntos con ataques injustos contra aliados europeos y la ONU". No obstante, Hintze indicó que en Alemania existe una impresión errónea de que Bush será derrotado y puntualizó que "más bien debemos hacernos a la idea de que gobernará por otros cuatro años".