"Que año nuevo aymara ni lucero del alba!!satànicos, a Dios nadie lo reemplaza!!" (sic), se lee en uno de una serie de tuits del mismo calibre, borrados de la cuenta de la exsenadora opositora Jeanine Áñez. La ahora presidenta interina de Bolivia los niega, pero la agencia de noticias AFP los ha verificado. Junto a otros, como el que, a días de su asunción en una sesión del Congreso sin quórum, por la ausencia del mayoritario Movimiento al Socialismo (MAS), Áñez dudaba que varias personas que vestían zapatos en una foto fuesen "originarios".
Esos dichos racistas del pasado y su asunción del poder con la Biblia antepuesta a la Constitución, inquietan no solo a los partidarios de Morales. "Muestran, evidentemente, fuerzas de la otrora oposición, que ahora son parte del controvertido Gobierno interino, o lo apoyan, y ven la oportunidad de revertir cambios introducidos por el Gobierno de Evo Morales y el MAS", observa Jonas Wolff, politólogo del Instituto de Investigación de la Paz de Fráncfort, especializado en la región andina.
Wolff se refiere, especialmente, a las que calificaban como "conquistas indiscutibles" para gran parte de las bases del candidato opositor con mayor apoyo electoral, el moderado Carlos Mesa: derechos de participación política y socioeconómica indígena fijados constitucionalmente, auge de una nueva clase media de fuerte componente indígena, presencia de personas de las más diversas capas sociales y orígenes étnicos en las instituciones estatales, desarrollo de infraestructuras, acceso a salud y educación.
"Revanchismo racista" de los radicales
A esto se suman manifestaciones "revanchistas" y "claramente racistas" de figuras radicales del entorno del nuevo gabinete de Gobierno, "decorado con el clásico gesto racista de incluir a una indígena en asuntos culturales", señala en su blog Carlos Macusaya, fundador del Movimiento Indianista Katarista (MINKA) en Bolivia. Sobre todo imágenes de quemas de la whipala, símbolo del Estado Plurinacional boliviano, "indignaron a mucha gente", subraya Macusaya. Y encendieron las protestas de campesinos aymaras en el altiplano, principalmente en El Alto (La Paz), que luego han tomado fuerza en Chapare (Cochambamba).
Y la respuesta del Gobierno interino sigue echando leña al fuego: la nueva ministra de Comunicación amenazó con perseguir a "periodistas sediciosos" y el ministro de Gobierno, a los "legisladores subversivos"; mientras un decreto de Áñez eximió de responsabilidad penal a militares y policías. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reporta ya 23 muertos: "todos hermanos indígenas", resalta Evo Morales, exiliado en México.
Atomización de las bases "indígenas" del MAS
Desde la Universidad Mayor de San Simón, en Cochabamba, la socióloga y antropóloga Gabriela Canedo rechaza la presentación del conflicto como una polarización entre "indios" y "q'aras" (blancos): "La población boliviana optó por la democracia desde febrero de 2016", insiste a DW. Y alude al referendo que negó a Morales la opción a un cuarto mandato, burlado luego con un fallo del Tribunal Constitucional que habilitó su candidatura, y al que Canedo considera como el origen de la actual crisis, más allá de las resurgidas tensiones étnicas.
Canedo rechaza la presentación del conflicto como una polarización entre "indios" y "caras": "La población boliviana optó por la democracia desde febrero de 2016."
Como votante, Canedo lamenta que los bolivianos no se hayan movilizado con fuerza entonces. Como socióloga, precisa las causas por las que el partido de Morales perdió apoyo incluso entre sus bases indígenas, una vez erosionado el "pacto de unidad" que las incluyó en la concepción de una nueva Constitución.
En resumen: las organizaciones indígenas llegaron a atomizarse en facciones oficialistas e independientes y a distanciarse, en parte, del Gobierno. El tema de discordia fundamental: la política extractivista estatal, contraria a la inicial política del "Vivir Bien" (en armonía con la naturaleza) y a la defensa de los derechos territoriales de los pueblos originarios. Dos ejemplos: las protestas de 2011 contra la construcción de una autopista en el TIPNIS, o las de este año, contra la ampliación de las fronteras agrícolas y las quemas controladas que provocaron incendios en la Chiquitanía.
"Evodependencia"
También de cara a sus fundamentos "indígenas", el MAS "hace tiempo debió haber reconducido el proceso de cambio, de alternancia en la dirigencia. Decían que seguían la tradición de los pueblos indígenas y en los pueblos indígenas nadie se aferra al poder, lo más común es que vaya rotando", señala Canedo. Sobre todo porque el MAS sigue siendo el partido "más estructurado, y con una renovación de poder hubiera vuelto a ganar, porque la oposición se hubiera dividido", asegura.
Macusaya, por su parte, es muy crítico de la "indigenización" de los pobladores ancestrales de América por parte de los colonizadores, que los convirtieron a todos en una sola categoría de personas: los "indios". Por eso habla de "poblaciones racializadas como indígenas". Y asegura también que su avance, "rompiendo barreras sociales, no empieza con Evo ni termina con él", que llegó al poder en 2005 como resultado de luchas y conquistas de derechos que le anteceden.
Eso, aunque, para este teórico indianista, "los jerarcas" del Gobierno se ocuparon deliberadamente de "endiosar al presidente". Y han frenado, con tal "evodependencia", los procesos de renovación de liderazgo entre las poblaciones racializadas como indígenas, pues "con soportar a un 'jefe indio' les bastaba".
¿Salida democrática?
Macusaya: "Esto no empieza con Evo ni termina con él."
Como sea, la renovación del MAS, hasta hoy, no ocurrió. Los exoficialistas, ahora opositores, apelan a la movilización de sus bases, sin liderazgo y sin demandas concretas que cohesionen a los movilizados, como la de pedir una sesión parlamentaria con quórum, critica Macusaya desde La Paz. Y descarta como demanda cohesionadora el regreso de Evo que piden sus partidarios en El Alto o Cochabamba. Mientras, el segmento del otrora frente opositor que es ahora transitoriamente oficialista "está más ocupado en justificar la represión que en generar condiciones de diálogo y negociación", denuncia.
Pero ni la persecución de partidarios del MAS, ni la presencia de militares en las calles permitirán recuperar la paz, advierte Canedo. Con ellas, "el actual Gobierno de transición, que solo tiene la tarea de elegir un tribunal electoral idóneo, y llamar a nuevas elecciones lo antes posible", muestra efectivamente "una cara de Gobierno de facto", reconoce, a su pesar.
En este contexto, "la negociación con los sectores movilizados a través de sus dirigentes y representantes en la Asamblea Legislativa Plurinacional es vital, de lo contrario solo se ahondará la violencia", insiste esta socióloga de Cochabamba. "El gobierno debe llamar a elecciones, conformando previamente, un nuevo Órgano Electoral", exige, por su parte, Macusaya. Para ello, debe sentarse con la mayoría parlamentaria, pues "la elección de vocales debe hacerse con dos tercios del parlamento y esos dos tercios los tiene el MAS", recuerda.
"Se necesita un pacto que ofrezca garantías al MAS de que sus miembros no serán perseguidos y podrán participar libremente en las elecciones. Y en el que el MAS, probablemente, tendrá que aceptar condiciones, como que Morales no se presente", prevé Wolff. Pero también los radicales de la antigua oposición tendrán que aceptar que no conseguirán mayorías para imponer su agenda radical; que posiblemente el MAS siga siendo la fuerza mayoritaria, consiga ganar la presidencia con un buen candidato, o se convierta en una minoría fuerte, agrega el politólogo de Fráncfort. La alternativa extrema e indeseable: que el actual poder intente perpetuarse con la movilización de sus bases y la represión de las bases del MAS, con apoyo de los militares y la Policía.
(cp)
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Bolivia: hitos de una crisis política
Dijeron que no, pero...
La crisis se propició tres años antes. El 21 de febrero de 2016 se realizó un referéndum constitucional en Bolivia para evaluar una modificación a la Carta Magna, que permitiera al jefe de Estado reelegirse en dos ocasiones sucesivas. El "No" ganó con el 51,3 % de los votos, lo que significaba que Evo Morales quedaba imposibilitado de competir en las presidenciales de 2019. No obstante, compitió.
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Bolivia: hitos de una crisis política
Derecho humano a ser candidato
Morales argumentó ante la Justicia que si no podía competir en las elecciones se coartaba el "derecho humano" de todo ciudadano a elegir y ser electo. El Tribunal Constitucional dio por buena esta premisa y Morales inscribió su candidatura ante el Tribunal Supremo Electoral en diciembre de 2018. Las protestas opositoras no se hicieron esperar.
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Bolivia: hitos de una crisis política
Carlos Mesa vuelve al ruedo
Carlos Mesa, expresidente del país y una de las voces más críticas con Morales, dijo que la decisión de la Justicia era una "herida de muerte a la democracia". Otros opositores incluso hablaron de un "golpe de Estado" institucional y del comienzo de una "dictadura". El 6 de octubre de 2018, Mesa anunció que enfrentaría a Morales en las elecciones e inscribió su candidatura en noviembre de ese año.
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Bolivia: hitos de una crisis política
Un giro sorpresivo
Finalmente, el 20 de octubre de 2019 se realizaron las elecciones generales. El 88,31 % de los votantes participó del proceso, cuyos resultados se fueron entregando a cuentagotas, lo que despertó sospechas en la oposición y en organismos internacionales. En un comienzo, Morales no logró los votos necesarios para ganar en primera vuelta, pero un giro sorpresivo le dio finalmente el triunfo.
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Bolivia: hitos de una crisis política
Triunfo estrecho
Tras varios días, se entregaron por fin los resultados definitivos: Morales obtuvo el 47,08 %, contra el 36,51 % de Carlos Mesa. Con esas cifras, el mandatario superaba por más de 10 puntos a su principal rival y cumplía con la norma que da el triunfo en primera ronda a quien venza por esa cantidad de votos a su más cercano perseguidor. La oposición acusó fraude y salió a las calles.
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Bolivia: hitos de una crisis política
Llamados a manifestaciones
Carlos Mesa llamó a sus seguidores a defender los votos y forzar la realización de una segunda vuelta. "Todos nosotros tenemos que estar decididos, sin ningún tipo de reparo, a salir a la calle para demostrar que no aceptamos el fraude", dijo el exmandatario. Las protestas y los enfrentamientos comenzaron poco después de las elecciones, y fueron ganando violencia con el paso de los días.
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Bolivia: hitos de una crisis política
La rabia no cede
El gobierno de Evo Morales y la OEA acordaron la realización de una auditoría, una medida que no aplacó la rabia en la calle. Poco después, el jefe de la misión de la OEA renunció y las protestas arreciaron nuevamente en distintas ciudades del país. Al 9 de noviembre se contaban 3 muertos y casi 350 heridos, en un ambiente de creciente polarización.
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Bolivia: hitos de una crisis política
Surgen nuevos líderes
A la figura de Carlos Mesa se sumaron otros liderazgos. Quizás el más convocante fue el de Luis Fernando Camacho, líder del comité cívico de Santa Cruz. Camacho logró convocar a distintas organizaciones para pedir la renuncia de Morales. "Nosotros hemos asumido una posición totalmente ciudadana. No queremos segunda vuelta, queremos un nuevo proceso eleccionario", exigía Camacho.
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Bolivia: hitos de una crisis política
Rebelión policial
Al ya agitado ambiente se sumaron la noche del viernes 8 de noviembre de 2019 los policías, que en distintas regiones del país se amotinaron. Un agente dijo a la prensa que "no podemos seguir con este narco-gobierno, con esta democracia injusta". Si bien el Gobierno dijo que no desplegaría militares para enfrentar la rebelión, Evo Morales sí denunció que había un golpe de Estado "en marcha".
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Bolivia: hitos de una crisis política
Renuncia
El 10 de noviembre de 2019, tras 14 años en el poder, Evo Morales renunció. La presión de las protestas, y la pérdida del apoyo de las Fuerzas Armadas y la Policía, apuraron su decisión. Morales aseguró que su salida fue causada por un "golpe de Estado". Los disturbios se extendieron en varias ciudades tras su renuncia, con incendios, saqueos y ataques a viviendas como la del propio exmandatario.
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Bolivia: hitos de una crisis política
México concede asilo político a Evo Morales
Tras la renuncia de Morales, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, informó en rueda de prensa que el político boliviano había aceptado la oferta de asilo ofrecida por México. Ebrard expresó que México "ha decidido conceder asilo por razones humanitarias" a Morales "en virtud de la urgencia que afronta en Bolivia, donde su vida e integridad corren peligro".
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Bolivia: hitos de una crisis política
Presidenta interina
El 12 de noviembre, la senadora Jeanine Áñez fue proclamada nueva presidenta interina de Bolivia. Tras la renuncia de todos los que constitucionalmente podían suceder a Morales, la abogada de 52 años pasó de segunda vicepresidenta a presidenta del Senado, accediendo así a la vía sucesoria. Desde México, Morales aseguró que este era "el golpe más artero y nefasto de la historia" de su país.
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Bolivia: hitos de una crisis política
De México a Cuba, y a Argentina
En diciembre de 2019, el exmandatario boliviano viajó a Argentina en un operativo secreto, para ser acogido como refugiado, con la condición -luego incumplida- de no hacer declaraciones políticas. Morales viajó a Buenos Aires desde Cuba, donde se hizo un chequeo médico. Lo acompañaron el exvicepresidente Álvaro García Linera, la exministra de Salud Gabriela Montaño y el excanciller Diego Pary.
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Bolivia: hitos de una crisis política
Incendios, pandemia, corrupción, denuncias contra Morales
Entre cambios drásticos en política exterior, acusaciones de persecución a partidarios del MAS, escándalos de corrupción en el manejo de la pandemia de COVID-19, declaración de desastre nacional por incendios forestales, denuncias contra Evo Morales por "estupro", "asesinatos y torturas", Áñez llegó a cumplir su tarea como presidenta interina: el llamado a nuevas elecciones, pospuesto dos veces.
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Bolivia: hitos de una crisis política
Nuevas elecciones, casi un año después
Tras dos fechas pospuestas, por la pandemia mundial de coronavirus, el electorado boliviano votó finalmente en nuevas elecciones este 18 de octubre de 2020, para elegir otro presidente y vicepresidente. Casi un año después de la renuncia de Evo Morales, que el exmandatario aún achaca a un "golpe", los bolivianos eligieron también a 130 diputados y 36 senadores, para renovar el Congreso bicameral.
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Bolivia: hitos de una crisis política
Arce celebra el retorno del MAS, a boca de urna
Pasada la medianoche de la jornada electoral, se conoció que las encuestas a boca de urna otorgan más del 50 % de los votos al candidato del MAS, Luis Arce. Le seguirían Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana, con más del 30%, y Luis Fernando Camacho, de Creemos, con alrededor del 14 %. Arce celebró en La Paz un triunfo que dio por seguro, mientras el recuento oficial iba por alrededor del 7%.
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Bolivia: hitos de una crisis política
Evo: "Tarde o temprano vamos a volver"
Evo Morales, que dirigió desde Argentina la campaña electoral del MAS, también celebró el triunfo. "Tarde o temprano vamos a volver" a Bolivia, afirmó. Sin embargo, dirigentes del MAS como la presidenta del Senado y la Asamblea Legislativa de Bolivia, Eva Copa, manifestaron que aún "no es el momento adecuado" para su regreso, porque Morales todavía tiene "problemas que solucionar".
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Bolivia: hitos de una crisis política
Mesa será "cabeza de oposición"
Con el recuento oficial de votos aún en curso, Carlos Mesa, líder y candidato presidencial de Comunidad Ciudadana, compareció en La Paz ante los medios, para reconocer que los sondeos a boca de urna auguran un "claro triunfador en primera vuelta": el exministro Luis Arce, del Movimiento Al Socialismo (MAS). Comunidad Ciudadana ejercerá de "cabeza de la oposición", informó en Twitter.
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Bolivia: hitos de una crisis política
Presidenta interina felicita y pide esperar resultados oficiales
También la presidenta interina del país, Jeanine Áñez, que había retirado su candidatura tras verse relegada en las encuestas, reconoció que (aún sin el cómputo oficial) la victoria del MAS parece segura. Felicitó a sus candidatos, pidiéndoles "gobernar pensando el Bolivia y en la democracia". A los ciudadanos y partidos, les pidió "paciencia" y "madurez" para esperar los resultados oficiales.
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Bolivia: hitos de una crisis política
Felicitaciones de Trump, Maduro, la OEA, la UE y la ONU
Los principales aliados regionales del expresidente Evo Morales -los presidentes de Venezuela, Cuba, Nicaragua, México, y Argentina- fueron los primeros en celebrar el retorno del MAS al poder en Bolivia. Pero también EE. UU., la OEA, la UE y la ONU felicitaron al virtual futuro presidente, Luis Arce. Washington anunció su disposición de trabajar con el nuevo gobierno.
Autor: Diego Zúñiga, Rosa Muñoz Lima