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Beckenbauer: el hombre que firma en blanco

Daniel Martínez23 de noviembre de 2015

En vez de aclarar si la sede del Mundial 2006 se obtuvo de una manera limpia y transparente, el máximo ídolo futbolístico alemán Franz Beckenbauer, ha preferido presentarse como un hombre de una candidez increíble.

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Logo WM 2006 Franz Beckenbauer
Imagen: picture-alliance/Sven Simon

Como líder de la candidatura a ser sede del Mundial 2006, y también por haber desempeñado luego el papel de presidente del comité organizador del evento, de Franz Beckenbauer se esperan respuestas claras en torno a las sospechas de corrupción que circulan en Alemania sobre la forma en la que se obtuvo el derecho de ser anfitrión del máximo torneo deportivo del balompié internacional.

Pero Beckenbauer no contesta abiertamente a los interrogantes, y tampoco esclarece las dudas. Eso, pese a que se sabe que fue él quien ante el exjefe de Adidas, Richard-Louis Dreyfus, movilizó el préstamo de 6,7 millones de euros que se presumen fueron usados para pagar por los votos a favor de Alemania. Además, su firma está estampada en un misterioso contrato suscrito poco antes de la concesión de la sede del Mundial 2006 con el sombrío exfuncionario de la FIFA, Jack Warner.

El cándido gestor

Sin embargo, a más tardar esta semana el hasta ahora parco Franz Beckenbauer tendrá que hablar. El famoso personaje del fútbol alemán –según informaciones del diario Süddeutsche Zeitung- tiene previsto comparecer ante el comité independiente de investigación de las denuncias de corrupción en torno al Mundial 2006 de la Federación Alemana de Fútbol (DFB).

A Beckenbauer seguramente le tocará entregarles a ellos una versión mucho más detallada de su papel en el escándalo. Al fin y al cabo, para conocer la verdad de lo sucedido es necesario que el expresidente del comité organizador del Mundial alemán deje a un lado el aura de candidez e inocencia tras el que pretende ampararse.

Hasta ahora en la opinión pública alemana ha quedado la impresión de que Beckenbauer fue el gestor de un evento de gigantescas proporciones de cuyos detalles poco o nada supo. Así se desprende por lo menos de las declaraciones que le dio en exclusiva al Süddeutsche Zeitung en las que aseguró “yo firmaba todo lo que me ponían por delante, incluso documentos en blanco”.

A la publicación le aseguró también que el contrato con Warner era una especie de “ayuda al desarrollo” de Trinidad y Tobago que hoy “quizás parezca raro”, pero en su momento era algo “muy bien intencionado” que se hizo –según reveló- en respuesta a una sugerencia del exfuncionario expulsado por corrupto de la FIFA que le dijo a los alemanes “si son buenos amigos hagan algo por mi confederación”.

El “tonto”

Las críticas a Franz Beckenbauer después de sus explicaciones han sido fuertes. El diario FAZ, en un análisis de la forma en la que se posiciona la leyenda deportiva ante las dudas de posible corrupción llevada a cabo con su participación o conocimiento, se refiere a él como “Franz el tonto”.

La pregunta ronda en Alemania: ¿qué tan inocente y cándido es de verdad Franz Beckenbauer?
La pregunta ronda en Alemania: ¿qué tan inocente y cándido es de verdad Franz Beckenbauer?Imagen: Getty Images/Bongarts/A. Hassenstein

Entretanto el exvicepresidente del comité organizador del Mundial, y expresidente de la DFB, Theo Zwanziger, considera por lo menos como “negligente” a Beckenbauer, y no se explica cómo él pretende no darse cuenta de lo que firmaba, cuando “él era en esos casos la DFB y debía estar consciente de la responsabilidad que implicaba su firma, al fin y al cabo no estaba actuando como persona privada sino como representante jurídico de todo un proyecto”.

Por su parte el periodista Thomas Kistner, experto en temas de corrupción en el fútbol, contó a la cadena de radio alemana Deutschlandfunk que “quien conoce a Beckenbauer sabe que él tiene dos caras con las que ha jugado permanentemente” y aseguró que es imposible imaginarse al legendario futbolista como alguien que no se enteraba de lo que ocurría a su alrededor aunque él prefiera presentarse como “Franz, el inocente”.