La segunda nación más pobre de América del Sur se prepara para un auge petrolero que podría cambiar el destino del país para siempre. Pero, ¿puede Guyana evitar la llamada "maldición del petróleo" y garantizar que la nueva riqueza beneficie a todos los ciudadanos? En Sophia, uno de los barrios más pobre de la capital, Georgetown, el optimismo es bajo.