Así vivían los pueblos germanos
¿Quiénes eran? ¿Dónde y cómo vivían? Restos arqueológicos que se exhiben en Berlín dan respuesta a estas preguntas y arrojan luz sobre los germanos.
Los germanos eran artesanos que se autoabastecían
Al norte de los Alpes había una serie de pueblos germánicos, pero no existían "LOS germanos", como único pueblo. Vivían en comunidades donde producían aquello que necesitaban para subsistir. Para su día a día eran importantes materias primas como la madera y los huesos, que utilizaban, por ejemplo, para hacer peines como los de la imagen.
Fino trabajo de forjado
¿Bárbaros que todo lo destrozaban? En absoluto. En la imagen puede admirarse la finura de esta pieza de metal con un friso de animales labrados, enmarcado por cabezas humanas. El objeto demuestra que los germanos eran maestros en el arte del forjado.
Preciada mercancía
Los germanos intercambiaban sus mercancías. El ámbar tenía mucho éxito, especialmente entre los romanos. No se sabe qué recibían los germanos a cambio. Aunque los germanos no manejaban dinero, es posible que fundieran monedas de oro y plata romanas para fabricar joyas con ellas.
La relación romano-germana
Los germanos deben su nombre a los romanos, mejor dicho, al historiador Tácito. Entre ellos hubo numerosos enfrentamientos. A veces porque los romanos querían ampliar su territorio más allá del Rin occidental y en ocasiones por los saqueos germanos. El recipiente de la imagen imita un caldero romano.
Último viaje
Como en muchas otras culturas, los germanos depositaban ofrendas a sus muertos, como el cuerno para beber de la imagen. Otros objetos para realizar el último viaje eran los recipientes, como copas y vasijas.
Comercio de esclavos
También los germanos tenían esclavos, tomados como rehenes tras refriegas con distintos oponentes. Después eran vendidos a los romanos como fuerza de trabajo. También los propios romanos eran esclavizados hasta que alguien pagara por su libertad.
Hundidos en el pantano
En comparación con otras culturas de la época, hay pocos hallazgos arqueológicos de los germanos. La excepción está en los suelos pantanosos. Tras ganar batalles, los germanos arrojaban las armas de las estirpes vencidas en esas superficies, como símbolo ritual de la victoria definitiva. Allí se conservaron de forma excelente, como la pieza de bronce de la imagen.