Dos muniqueses de origen turco y persa llevan un pequeño puesto de comida en el centro de la capital bávara. Pero no sirven comida típica árabe, sino asado de cerdo y albóndigas de papa. Este plato típico alemán puede pedirse para llevar, una idea que está teniendo mucho éxito sobre todo entre jóvenes hambrientos tras una noche de fiesta.