1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Así ve la prensa el resultado del plebiscito en Chile

Enrique López Magallón
26 de octubre de 2020

Medios internacionales analizan el plebiscito a través del cual Chile aprobó la elaboración de una nueva Constitución. Se cierra un oscuro capítulo y se abre otro con promesas para la democracia, dicen algunos.

https://p.dw.com/p/3kSm5
Chile Kundgebung vor dem bevorstehenden Referendum
Imagen: Ivan Alvarado/File Photo/Reuters

En Suiza, el Neue Zürcher Zeitung escribe sobre los alcances del proceso aprobado por los chilenos: "El Constituyente tiene un año de plazo para elaborar un proyecto de Constitución. El segundo semestre de 2022 habrá un plebiscito sobre el nuevo texto constitucional. Si el resultado es negativo, la Constitución de Pinochet se mantendrá en vigor. El hecho de que los partidos chilenos, pese a las grandes resistencias, hayan escogido este camino, demuestra que la democracia en ese país está viva. Partidarios de la derecha han advertido sobre un regreso al "comunismo”. Pero no existe indicio alguno de que esto sea lo que quiere la mayoría de los chilenos."

La reacción de la calle

El País, de España, aborda el entorno de tensión social que por momentos aparece en el debate político y social: "Aunque sería ficticio pensar que todos los que aprobaron el cambio de Constitución sean de la oposición, en el Gobierno preocupa la reacción en la calle. En La Moneda no se ha ocultado el temor a posibles revueltas protagonizadas por quienes entiendan que el resultado del referéndum es, en realidad, un plebiscito revocatorio contra Piñera, como se ha deslizado en algunos sectores.”

Una tarea compleja

La Repubblica, de Italia, ve en el plebiscito el cierre de un capítulo de la historia chilena: "Será una tarea larga, compleja y, ciertamente, no fácil. Se trata de diseñar el marco constitucional dentro del cual Chile se moverá durante los próximos 50 años: entre deberes y derechos, obligaciones y garantías. Una Constitución que tutele a la población, a las instituciones, y a la libertad de palabra. Es un paso decisivo hacia una democracia que apenas en 1990 comenzó a regresar al país luego de un referéndum, en 1988, con el que se decidió cerrar el trágico capítulo del golpe, de la sangrienta represión, del régimen de terror que durante 17 años gobernó con puño de hierro.”

Las protestas por momentos llegaron a la tensión.
Las protestas por momentos llegaron a la tensión.Imagen: Martin Bernetti/AFP/Getty Images

La apuesta de la derecha

En México, La Jornada, aborda el papel de la derecha política en este proceso: "El resultado deja al gobierno de Piñera en una situación delicada. Aunque algunos de sus ministros habían manifestado su adhesión al apruebo, previendo una derrota, el grueso de la derecha se la jugó por el rechazo. La protesta social tampoco parece que va a disminuir y antes de conocerse los resultados, miles de personas se reunían en la mítica Plaza Dignidad. El plebiscito se realizó en medio de la pandema del Covid-19 y pese a las medidas sanitarias, ello pareció influir en una menor participación de los adultos mayores. Eso se suplió con una amplia participación de jóvenes que votaban por primera vez.”

Un abrazo desde Argentina

En Argentina, Página 12: "La redacción de una nueva Constitución, un delicado trabajo de relojería, será apenas el primer paso de la larga marcha que se inicia para que Chile se reecuentre con la democracia, brutalmente tronchada por el golpe de 1973 y sólo reconstruida en sus apariencias externas (...) ¡Salud Chile, toda Latinoamérica te abraza con alegría y esperanza!”

Chile y la fuerza económica

El New York Times, en su edición en español, publica: "El proceso de reforma no necesariamente tiene que descarrilar el estatus de Chile como una fuerza económica en la región. Un sistema político más inclusivo que promueva los intereses de la mayoría de sus ciudadanos también puede beneficiar a los empleadores mediante estabilidad política y una fuerza laboral más feliz y saludable. Algunas de las democracias más antiguas y desarrolladas del mundo, como Suecia y Dinamarca, anularon sus constituciones autoritarias y se embarcaron en un camino rumbo al éxito.”