Las personas que migraron, tuvieron que despedirse de su vida. Y muchas veces es algo duro de retomar porque muchas veces no existe uno, o incluso, todos los factores que la facilitaban: el idioma, los amigos, la familia, el entorno, los códigos culturales, un trabajo…
Por eso el Estado alemán ha decidido apoyar proyectos como el de Frauenalia para poder integrar mejor a algunos de estos migrantes, particularmente a las mujeres, quienes han sido las más desaventajadas, por lo menos en Alemania.
“El Estado no tiene la capacidad intercultural para integrar a sus migrantes. Tampoco sabe quiénes son las personas que lo necesitan”, dice Francisca Schmal, de Frauenalia.
Frauenalia comenzó como una organización para ayudar a mujeres latinoamericanas de dos formas, para dar asesoramiento a las que estaban en el desempleo y para apoyar a aquellas que ya ingresaban al país con la idea de crear un emprendimiento.
“Tener un trabajo, es tener dinero, ¿y qué significa eso? Eso es empoderamiento, poder tomar decisiones, tener menos dependencia, aprender a hacer cosas y tener ganas de hacerlas”, dice Francisca.