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Aporte de la iglesia a integración europea aún está por definirse

13 de septiembre de 2010

Estado e iglesia católica no pudieron llegar a un acuerdo sobre cuál debería ser el aporte del cristianismo a la unidad europea en la conferencia que se realizó este fin de semana (11.09.2010) en Cracovia, Polonia.

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Aún esá por definirse el aporte del cristianismo hacia la integración europea.Imagen: picture alliance/dpa

En lo que sí estuvieron de acuerdo los participantes en la décima conferencia que se lleva a cabo sobre este tema es que una Europa unificada sería impensable sin la fe cristiana. No sólo porque la religión une a los cristianos más allá de las fronteras. “El cristianismo aspiró siempre al sentido de unidad”, subrayó en su presentación el presidente de Polonia, Bronislaw Komorowski. De acuerdo con el mandatario polaco el sueño de la reconstrucción del Imperio Romano parte del hecho de que sus gobernantes querían ser los representantes de todo el cristianismo. Este pensamiento de unidad fue revivido en el siglo XX por los Papas Pío XII, que intercedió por la cooperación internacional y las organizaciones supranacionales, Juan XIII, a quien le inquietaba la división europea y Juan Pablo II, quien animó a los polacos a participar dinámicamente en el proceso de unificación europea.

Para el primer Ministro de Luxemburgo, el cristianodemócrata Jean-Claude Juncker, la obra de unificación europea y la fe cristiana están vinculadas. “No es de extrañarse que en la creación de la Unión Europea hayan participado demócratas cristianos. Las personas que después de la II Guerra Mundial volvieron de los campos de concentración y frentes de batalla a las ciudades destruidas proclamaron como oración el mensaje: ¡Nunca más guerra!”, dijo Juncker.

Verdad, democracia y cristianismo

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Cristianismo debe ser una de las bases de la unidad europea, pero también lo es la democracia y la tolerancia.Imagen: AP

No obstante estas visiones, al Cardenal de Cracovia, Stanislaw Dziwisz, le resulta angustioso que la fe cristiana en Europa sea desterrada de la esfera pública “El cristianismo es el fundamento de la Europa unificada que no se puede construir solamente sobre bases políticas y económicas. Así lo expresaron los padres fundadores de Europa, y así también lo quiso el Sumo Pontífice, Juan Pablo II”, dijo Dziwisz.

Aunque en la conferencia hubo consenso en que sin valores comunes Europa no sería más que una construcción sin inspiración y sin forma de sobrevivir, existe desacuerdo sobre el tema de la verdad en la democracia. “La Iglesia recuerda constantemente que la verdadera democracia debe ir de la mano de la verdad. Si la democracia se aparta de los principios morales de los diez mandamientos -abiertamente o de forma oculta- surge el totalitarismo. No hay libertad sin verdad”, declaró el Cardenal.

Fundamentalismo versus integración europea

Protest gegen Kreuzdemonstranten in Warschau Polen
Una cruz de madera frente al palacio presidencial de Varsovia es custodiada por seguidores de la iglesia católica para evitar su cambio de lugar.Imagen: picture alliance/dpa

El pragmático Jean-Claude Juncker explicó que en la democracia existen decisiones tomadas por la mayoría, que para una persona creyente son difíciles de soportar, pero que deben ser aceptadas. Por su parte Tadeusz Mazowiecki, primer Ministro de Polonia en la época de la caída del Muro de Berlín y la reunificación alemana, fue más crítico ante la iglesia: “El Cardenal dice que la verdad es el fundamento. Pero fundamento no significa fundamentalismo. Cuando laicos comprometidos en Polonia aceptan algo, aparecen otros fundamentalistas y los acusan de traicioneros”, dijo.

En este sentido, Mazowiecki, quien goza en Polonia de gran autoridad, se preguntó si la democracia y el catolicismo polaco realmente pueden ponerse de acuerdo. Según el ex mandatario el problema en su país radica en un sector del catolicismo cuyos seguidores sólo ven el mundo desde una perspectiva negativa, no tienen confianza ni se muestran abiertos hacia el Gobierno. “Ellos no quieren entender que la democracia también significa tolerancia frente a aquellos que piensan distinto”, apuntó.

El primer Ministro luxemburgués apuntó, por su parte, a una creciente tendencia hacia la intolerancia en Europa. También identifica señales de fundamentalismo en la iglesia católica.

En conclusión, aunque nadie dude del aporte del cristianismo a la unidad europea, todavía se debate sobre el aporte de la iglesia en el proceso de integración europea. “Para que el catolicismo polaco pueda influir sobre el catolicismo europeo debe primero reconocer la democracia y valorar no sólo la autonomía de la iglesia sino también la del Estado”, dijo para finalizar el ex primer Ministro polaco, Tadeusz Mazowiecki.

Autor: Jan Pallokat / Cristina Mendoza Weber

Editor: Claudia Herrera Pahl