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América Latina: la situación de los refugiados se agrava

Tanja Blut
22 de noviembre de 2023

La huida de latinoamericanos hacia Estados Unidos se está volviendo cada vez más extrema y peligrosa debido a las nuevas políticas de México.

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Personas atraviesan un río en el Darién con menores.
Personas atraviesan el peligroso Darién con menores.Imagen: Ivan Valencia/AP/picture alliance

En el Darién, una región selvática prácticamente sin carreteras que comparten Colombia y Panamá, hay innumerables ríos, pantanos, insectos, escorpiones y grandes depredadores como jaguares y pumas.

Desde que México reintrodujo los requisitos de visado para numerosos países sudamericanos, muchas personas ya no pueden ingresar a México legalmente o por avión. Como consecuencia, ahora tienen que cruzar toda Centroamérica por tierra, atravesando esta peligrosa e inexplorada región. El camino forzado por la selva dura hasta diez días. El calor y la humedad en la zona son extremos.

Incluso los excursionistas más experimentados lo pasan mal en esta zona, pero la mayoría de los refugiados no tienen experiencia en atravesarla, están mal equipados y, además, desde hace un tiempo viajan con toda la familia, con los bebés y los abuelos. Muchos mueren en el camino y los cuerpos quedan tirados al borde de la carretera, de modo que los refugiados que llegan después tienen que pasar junto a ellos.

Un infierno

"La gente vive un infierno. Las historias que escuchamos son simplemente crueles. Se habla de muertos que te encuentras en el camino, de hambre absoluta porque después del primer día no tienes qué comer o te roban las cosas, de violaciones a mujeres y niñas en el camino, porque, por supuesto, no hay Estado presente en el Darién”, afirma Indi Kryg, estudiante de doctorado en el Instituto GIGA de Estudios Latinoamericanos, en entrevista con Deutsche Welle (DW). Kryg investiga temas de migración y recientemente estuvo en la ciudad de Monterrey, en el norte de México, para realizar una investigación de campo en centros de refugiados.

"No hay policías, no hay militares, no hay nadie que pueda darte seguridad excepto tú mismo y el grupo con el que te estás movilizando", explica Kryg. Más al norte, México es el segundo lugar donde pueden ocurrir cosas terribles: las personas simplemente desaparecen mientras huyen, son asesinadas o se convierten en víctimas de otros delitos, como, por ejemplo, violaciones.

"Las personas migrantes denuncian secuestros en los que tienen que pagar miles de dólares para liberar a sus familiares secuestrados. Cuentan de asesinatos o robos de los que no sabemos nada porque no hay cifras. Si tienen documentos, es diferente, por supuesto, porque eso les da un poco más de seguridad y también pueden volar en avión, por ejemplo”, dice Kryg.

Personas migrantes atraviesan la selva del Tapón del Darién.
Personas migrantes atraviesan la selva del Tapón del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá.Imagen: Ivan Valencia/AP/picture alliance

El dilema de México

Como consecuencia, México es actualmente un país de tránsito y refugio al mismo tiempo. Es el hogar de mexicanos que emigran a Estados Unidos y un país hacia el que son expulsados más de 200.000 refugiados desde EE. UU. Estas características y una combinación de las diversas dinámicas de la migración y el asilo pueden encontrarse en todo el continente.

"En América Latina, la migración es generalmente muy diversa, a diferencia de Europa, a donde todo el mundo siempre quiere ir", asegura Indi Kryg. En la región hay países que aceptan migrantes, y se conocen como países de inmigración, como es el caso de Argentina. Venezuela también fue un país de inmigración durante décadas, agrega.

Aparte, hay países que son lugares de tránsito, señala Kryg: "Por ejemplo, los países centroamericanos son lugares de tránsito para sudamericanos o personas del Caribe. Y luego, por supuesto, tenemos países como México, por ejemplo, que es uno de los países con mayor emigración del mundo. Hay millones de mexicanos viviendo en Estados Unidos. Pero México también es un país de tránsito para todos los que vienen desde el sur, y ahora también se está convirtiendo en un país de refugio para aquellos que se quedan. Luego también está la repatriación de migrantes desde Estados Unidos, los que son deportados a México”, detalla la experta del GIGA. 

México se encuentra en un terrible dilema. Siempre ha sido el principal país de tránsito hacia EE. UU. y tiene una especial consideración con los refugiados; sin embargo, ya no es capaz de controlar esta situación. Sobre todo porque Estados Unidos -y ahora el propio México- comenzaron a endurecer aún más las condiciones de entrada y solo permiten el ingreso legal a personas con visado.

Viajar colgados de un tren

"También hay migrantes que llegan en tren, un viaje que es muy peligroso y muy agotador, especialmente si tienen que colgarse del tren, desafiando la velocidad. No van sentados dentro de los trenes, sino colgados por fuera de los vagones, o encima del techo", cuenta Kryg.

"La gente llega a Monterrey extremadamente agotada. Están mentalmente muy estresados por lo que han vivido y tienen hambre. Pasan la noche en los albergues. Pero se nota que se recuperan al cabo de uno o dos días. No sufren meses de depresión porque también saben que no pueden permitírselo", aclara la experta.

Algunas familias están tan traumatizadas que quieren abandonar México lo antes posible, explica. Kryg conoció a una familia a la que ofrecieron dinero por sus hijos. A ellos no les quedó claro si era por tráfico de órganos, violación o prostitución infantil.

También hay cada vez más personas, por ejemplo, venezolanos, que se quedan en México porque allí están mejor que en su país de origen. En Ciudad de México o Monterrey hay numerosas industrias y puestos de trabajo. Y también existe la posibilidad de asentarse allí y construir una nueva vida.

(ct/cp)