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Alemania obstaculiza eliminación de los coches a combustión

Ella Joyner
23 de marzo de 2023

Berlín quiere introducir cambios en la ley europea que prevé la desaparición del motor de combustión a partir de 2035. Los observadores de Bruselas advierten que esto no da una buena imagen en la escena internacional.

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Coche deja humo tras de sí.
Alemania bloquea la eliminación progresiva del motor de combustión interna.Imagen: Marijan Murat/dpa/picture alliance

Cuando, una tarde de octubre de 2022, los negociadores de los Estados miembros de la Unión Europea, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo alcanzaron un ambicioso acuerdo para dejar de vender coches con motor de combustión interna en 2035, Frans Timmermanns, máximo responsable de la política climática del bloque, fue uno de los muchos que tuitearon para celebrarlo. "Vamos a toda velocidad", escribió el vicepresidente de la Comisión Europea.

Cinco meses después, el proyecto de ley, que debería haber recibido luz verde formal en las últimas semanas, se ha topado con un obstáculo.

El ministro alemán de Transportes, Volker Wissing, de la coalición de centro-izquierda y del proempresarialPartido Democrático Libre (FDP), hizo una oferta de última hora en febrero para incluir una enmienda que permitiera la venta de coches con motor de combustión interna después de esa fecha si funcionan con e-combustibles sintéticos neutros para el clima.

Según Wissing, se trata de una posibilidad de que los fabricantes sigan vendiendo coches tradicionales en lugar de eléctricos, necesaria para apoyar el desarrollo de los e-combustibles y la industria automovilística.

Un camino accidentado hacia la neutralidad climática

Alemania consiguió el apoyo de otros Estados miembros de la UE, y la votación para confirmar un proyecto de ley que llevaba varios meses elaborándose se retrasó repentinamente. Ahora, la Comisión Europea y el Ministerio alemán de Transportes se enzarzaron en un ida y vuelta de propuestas y contrapropuestas antes de la cumbre de la UE, que comienza este jueves (23.03.2023).

Francia se ha mostrado especialmente crítica con el intento de modificar la ley, que fija un objetivo de reducción del 100% de las emisiones de CO2 de los coches y furgonetas nuevos, prohibiendo básicamente los motores diésel y de gasolina a partir de 2035.

El papel de los e-combustibles en el transporte del futuro es controvertido

Elisabetta Cornago, experta en política climática de la UE del Centro para la Reforma Europea, explicó el martes a DW que las exigencias de Wissing son controvertidas porque pocos ven en los e-combustibles una solución viable para reducir las emisiones de los turismos. "Los estudios indican que en 2035 los e-combustibles podrían abastecer a menos del 5% del parque automovilístico de la UE, lo que supondría una distracción de la electrificación del transporte", explicó. En la actualidad, la UE no genera suficiente energía renovable para producir e-combustibles además del resto de sus necesidades energéticas.

El ministro alemán de Economía, Robert Habeck, del partido de Los Verdes, dijo el martes que "ya era hora" de que se llegara a una conclusión, según la agencia de noticias dpa. "Ahora también está perjudicando a Alemania", dijo Habeck, añadiendo que la disputa podría socavar los objetivos climáticos más amplios de la UE.

Mal ejemplo de un grande

Cornago dijo que no era una buena imagen para Berlín. "La reputación de Alemania se ve perjudicada en el sentido de que el país más grande de la UE se retracta de un acuerdo", dijo. "Lo que preocupa a la gente en Bruselas es que si Alemania puede hacer esto, muchos otros países pueden empezar a hacerlo también", dijo, señalando el ejemplo del nuevo gobierno de derechas de Italia y de Polonia.

Una encuesta publicada la semana pasada por la cadena alemana ARD reveló que la mayoría de los alemanes se oponen a prohibir los motores de combustión en los coches nuevos de la UE.

El diplomático añadió que es posible que algunos Estados miembros (Francia, por ejemplo) planteen esta cuestión en la cumbre de esta semana, aunque los funcionarios de la UE parecen dispuestos a mantenerla fuera de la agenda oficial. No está claro cuándo podría programarse una votación sobre el proyecto de ley del motor.

(eaf/cp)