Abuso sexual: investigación detenida
9 de enero de 2013Luego de conocerse en 2010 numerosos casos de abuso sexual en la Iglesia Católica Alemana, esta encargó al Instituto Central Criminológico de Baja Sajonia (KFN) una investigación científica. Los obispos alemanes prometieron aclarar los casos de abuso e indemnizar a las víctimas. Pero hasta hoy no se conocen las dimensiones de los abusos, La investigación del KFN tenía el objetivo de arrojar luz sobre los casos. Pero diferencias con la Iglesia Católica han dado fin a la cooperación. En una entrevista, Christian Pfeiffer, director del KFN, expone su punto de vista.
Para Pfeiffer, la Iglesia Católica intentó censurar el trabajo del instituto: “Luego de apoyar durante cinco meses el proyecto, la Iglesia, sobre todo por presiones de dos diócesis del sur del país, intentó modificar el contrato, exigiendo que los textos le fueran presentados para su aprobación antes de ser publicados. Además quería reservarse el derecho de prohibir la publicación de textos.”
La libertad de la investigación
La reacción del KFN, dice Pfeiffer, fue clara: “Dijimos que ello no era posible, de ninguna manera, porque no es compatible con la libertad de la investigación científica. Nuestra contrapropuesta fue que, debajo de cada capítulo de nuestro informe, la Iglesia pudiera expresar su visión de las cosas, pero claramente separada, también gráficamente, de las conclusiones en el informe. Pero ello no le bastó. Es más, la Iglesia quiso arrogarse un derecho de codeterminación cuando contratáramos personal para investigaciones relacionadas con el informe.”
La Iglesia argumenta que se ha atenido a los términos del contrato original. Pfeiffer lo niega: “Claramente no. En el contrato dice incluso que nosotros podemos publicar libremente los textos a partir de ocho semanas después de la entrega del informe y que estos pueden ser utilizados en tesis de doctorado y para otros fines científicos. En el contrato estaba todo claramente regulado, pero luego se nos manifestó el deseo de modificarlo, introduciendo elementos de censura. Y eso no lo podemos aceptar.”
Pfeiffer incluso sospecha que han sido destruidas actas: “En la Iglesia existe una regla que dice que diez años después de la condena de un sacerdote, las actas correspondientes deben ser destruidas. A nosotros no se nos había dicho. En el informe estaba previsto analizar los casos retroactivamente hasta el año 1945. Ello no es posible si cada diez años se destruyen las actas. Esa regla no se había aplicado hasta ahora. Pero de pronto surgieron indicios de que, efectivamente, en algunas diócesis habían sido destruidas actas últimamente.
¿Temor a las conclusiones?
Las causas de ese, según Pfeiffer, súbito cambio de opinión en la Iglesia son evidentes para el director del KFN: “La Iglesia teme a las conclusiones a las que se pueda llegar. De pronto faltó la confianza en que lo que se publicara fuera también presentable. Ya en los preparativos quedó claro que íbamos a proceder de forma muy detallada. Luego, en las reuniones con la Iglesia, el representante de la diócesis de Múnich dijo que no bastaba con que los representantes eclesiásticos solo pudiera debatir, sino que también deberían tener derecho a decidir y a tener el control sobre todo. A partir de ese momento nos quedó claro también a nosotros que así no podíamos seguir.”
La Iglesia rechazó las acusaciones del KFN e hizo responsable a este del fracaso. El Delegado para la Investigación de Abusos de la Conferencia Episcopal Alemana, Stephan Ackermann, obispo de Tréveris, explicó la rescisión del contrato con que “la relación de confianza entre el director del instituto y los obispos alemanes ya no existe”. Agregó que “confianza es indispensable para llevar adelante un proyecto tan vasto y sensible”. La Conferencia de Obispos buscará ahora otro socio para llevar adelante la investigación.
Autor Dirk Müller/Pablo Kummetz
Editora: Emilia Rojas