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¡A descorchar el champaña!

31 de diciembre de 2002

Las tapas rosca y las de plástico están invadiendo el mercado. Esta tendencia no sólo pone a temblar a los amantes de las tradiciones vinícolas. También los ecologistas están preocupados.

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Un corcho es más que un corcho.Imagen: AP

La subrepticia batida en retirada de los corchos amenaza con poner en peligro a los alcornoques de la región del Mediterráneo. Estas zonas, con su particular mezcla de praderas y bosques, representan el último refugio para múltiples especies en peligro de extinción, como el lince ibérico o el águila imperial.

En defensa del alcornoque

El alcornoque, un tipo de encina de cuya corteza se saca el corcho, forma parte clave de ese ecosistema. El problema radica en que, a medida que baja la demanda, se vuelve más rentable reemplazar esos árboles por otros foráneos, como pinos y eucaliptos. "Esto, desgraciadamente, fomenta la erosión y destruye el habitat de muchos animales en peligro", señala Helma Brandlmaier, del programa forestal europeo del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

En consecuencia, los ecologistas exhortan a quienes se disponen a disfrutar de una copa de vino o de champaña, a preferir las botellas con corcho natural. Precisamente en estos días de fiesta, es una forma sencilla de contribuir a defender la naturaleza, según hace notar la activista del WWF.

Producción ecológica

Aproximadamente el 99% de la producción mundial de corcho proviene del área del Mediterráneo. Al margen de otros productos de este material, se fabrican allí anualmente cerca de 15 mil millones de corchos para botellas de vino. Portugal es el mayor exportador. A juicio de Helma Brandlmaier, este es un buen ejemplo de una actividad económica y ecológicamente sustentable, y sólo se podrá garantizar las existencias de alcornoques mediante su explotación adecuada.

Korkbauer
Así se extrae, manualmente, el corcho del alcornoque.Imagen: AP

El corcho sólo puede extraerse cada 9 años. Ese es el tiempo que la corteza para volver a crecer. Ningún árbol tiene que derribarse. La extracción se hace a mano y el centenario método no ha variado mayormente desde que el monje benedictino Dom Perignon tuvo la idea de cerrar las botellas de vino con este producto natural.

Más escaso que el tigre siberiano

El WWF teme, sin embargo, que las grandes extensiones de alcornoques comiencen a desaparecer si continúa creciendo el uso de tapas de aluminio o plástico en la industria embotelladora. En la actualidad ya se emplean alternativas más baratas que el corcho en el 8% de las botellas. Algunos pronósticos indican que en los próximos años la cifra se elevará al 30%.

A más tardar entonces la situación se volverá delicada para muchas especies amenazadas, según los expertos del WWF. Hoy en día, el lince ibérico ya es más escaso que el tigre siberiano. "Su supervivencia depende de la preservación de los alcornoques", puntualiza Helma Brandlmaier, haciendo un llamado a brindar a descorchar este año las botellas de champaña, pensando que cada corcho natural contribuye a la causa de su defensa. ¡Salud entonces, por el 2003!