14 años de cárcel para autor del atentado contra el Dortmund
27 de noviembre de 2018
El Tribunal de Dortmund declaró a Sergej W., de 29 años, culpable de 28 intentos de asesinato por el atentado cometido contra el bus del equipo del Borussia Dortmund, en el que también resultó herido en el que resultó herido el defensa español Marc Bartra levemente un policía encargado de escoltarlos hasta el estadio de fútbol.
La Fiscalía había pedido cadena perpetua para el causado, pero la condena se limitó a 14 años de cárcel.
Durante los 11 meses que duró el proceso, los jueces interrogaron a testigos, encargaron dictámenes periciales y dieron repetidamente la palabra al propio acusado, que fue detenido diez después del atentado, tras ser vigilado por la Policía.
El acusado admitió desde el principio que fue él quien fabricó las bombas, las escondió en un seto próximo al hotel del equipo y detonó los artefactos cuando el autobús partió rumbo a su estadio para enfrentarse al Mónaco en la Liga de Campeones. Sergej W., que nació en Rusia y ahora sólo tiene la nacionalidad alemana, afirmó en todo momento, sin embargo, que no quería matar ni herir a nadie. Su objetivo era propagar miedo y terror, dijo el abogado defensor Carl Heydenreich en su alegato final. Sergej W. no tenía intención de matar y, por lo tanto, "sólo" debía ser castigado por la explosión, declaró al cierre del proceso.
El móvil del atentado
El único objetivo de este joven, técnico electrónico de profesión, era bajar el precio de las acciones de Dortmund después de adquirir el mismo día del ataque 15.000 opciones de compra de títulos del Dortmund, el único club de la Bundesliga que cotiza en Bolsa, señaló.
El Fiscal General Carsten Dombert no creyó en ningún momento ni una palabra de este alegato. Después de todo, Sergej W. había equipado cada artefacto explosivo con 65 clavos de metal, que había serrado y pulido especialmente en su lugar de trabajo, señaló en el juicio.
Con la explosión, la metralla salió lanzada por el aire y uno de los clavos entró en el autobús del equipo y se quedó atascado en un reposacabezas y otro aterrizó en la sala de estar de una casa vecina, recordó.
"Las bombas eran incontrolables", dijo Dombert, que calificó el caso como un intento de asesinato múltiple.
ER (dpa, afp)
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