"La era posterior a Fidel ya ha comenzado"

En la ciudad de Berlín transcurrió la conferencia internacional "Democracia en Cuba: buscando iniciativas comunes", organizada por la fundación Konrad Adenauer y el llamado Comité Internacional para la Democracia en Cuba.

Críticas, pero también propuestas

En el encuentro se dijo, entre otras cosas, que "las condiciones de vida más elementales estén amenazadas por la represión". El ministro de Asuntos Exteriores de la República Checa, Karel Schwanzenberg, consideró en cambio que "aunque con diferencias de opinión, hay consenso entre los países europeos en que un posible diálogo con el gobierno de Cuba debe darse de manera incondicional."

Bernhard Vogel, presidente de la Fundación Konrad Adenauer, aseguró que "el embargo estadounidense contra Cuba es contraproducente", si bien "los cubanos aún esperan el día en que puedan informarse de manera independiente, ya sea en la prensa escrita, la radio, la televisión o -como es natural para millones de jóvenes en todo el mundo- por internet."

En el encuentro participaron los ex presidentes de la República Checa, Vaclav Havel, y de Polonia, Lech Walesa, además del ex mandatario uruguayo Luis Alberto Lacalle.

¿Conspiración anticubana?

El evento había sido calificado días antes como "anticubano" por el diario Granma, mientras que el periódico alemán Junge Welt "denunciaba": "Entre los invitados se anuncia la presencia de activistas anticubanos, principalmente de Estados Unidos, cuyos vínculos con organizaciones e individuos dedicados al terrorismo está documentada".

Sea como fuere, los análisis críticos en Alemania sobre lo que sucede en Cuba no solamente parten de organizaciones conservadoras como la Fundación Konrad Adenauer.

Bert Hoffmann, uno de los académicos alemanes más connotados en cuanto al conocimiento de la isla se refiere, señala en el estudio Cuba en la era post-Fidel: "el que Castro retome la misma posición sobredimensionada de poder, es decir, un regreso al Status quo ante, luce como una perspectiva muy poco probable. En este sentido, la era post-Fidel ya ha comenzado."

En el documento, dado a conocer recientemente, Hoffmann también ve poca igualdad de género en la cúpula gubernamental cubana: "cuando no se habla de integración simbólica ni de cifras presentables a la opinión pública, sino de un balance real en el aparato de poder, la dirigencia cubana no exhibe ninguna urgencia en involucrar a una mujer."

Del fidelismo al socialismo burocrático

El académico, que entre otras labores es investigador del prestigiado Instituto de Estudios Iberoamericanos de Hamburgo, analiza con detenimiento los lazos entre las estructuras del Partido Comunista y las de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).

"La milicia es un factor central en la economía cubana", dice el especialista. "El Grupo de Administración Empresarial, dependiente de las FAR, se compone de una vasta estructura económica paralela, que va desde grandes empresas agrícolas hasta la distribución de bienes de subsistencia entre la población, pasando por hoteles operados a través de joint ventures internacionales, o casas de cambio." Por eso, dice Hoffmann, "el partido y el ejército, las dos columnas vertebrales del poder en la era post-Fidel, guardan los más estrechos vínculos."

El académico alemán considera que, en buena medida, la amistad entre Fidel Castro y el preisdente venezolano, Hugo Chávez, es producto de una "intensiva escenificación". En realidad, el proceso de transición consolida de manera discreta a otro personaje.

"El análisis del desarrollo político de Cuba a partir del 31 de julio de 2006 apunta a un escenario en el cual la élite reconoce la continuidad del sistema político y excluye cualquier cambio de régimen, pero al mismo tiempo lleva a cabo una reforma potencialmente profunda: pasar de un "fidelismo" personalista, carismático y ambivalente respecto de las instituciones, a un socialismo burocrático, de fuerte acento institucional, bajo las órdenes de un grupo dirigente con Raúl Castro como primus inter pares."