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Volkswagen: la ira de los accionistas

Erik Böhme (PK/ CP)22 de junio de 2016

Duras críticas de los accionistas a los directores, que ruegan que se confíe en ellos: las emociones irrumpieron en la asamblea de accionistas de Volkswagen. En el foco, el escándalo del dieselgate.

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Hauptversammlung der Volkswagen AG in Hannover
Pequeños accionistas de Volkswagen: ¿qué hacer?Imagen: picture-alliance/dpa/P. Steffen

¿Cómo calmar a 3.000 airados accionistas de Volkswagen que en los últimos meses vieron atónitos cómo el valor de sus acciones caía en picada? La indignación ha crecido sin cesar desde que, el ominoso 18 de setiembre de 2015, explotó el escándalo del diésel en Estados Unidos.

Hans-Dieter Pötsch, responsable de Finanzas del grupo hasta la debacle y luego director del consejo de control, lo intenta con disculpas y un llamado a tener confianza. Anuncia que el consejo de vigilancia intentará demandar por daños y perjuicios a miembros del directorio de la empresa, anteriores y en el cargo, “sin reparar en la persona de que se trate”.

Luego rechaza la acusación de que se informó demasiado tarde a los mercados financieros sobre el estallido inminente de la crisis. Eso es lo que dice, sin embargo, la Fiscalía, que, según comunicó el lunes (20.06.2016), tiene en la mira a Martin Winterkorn, ex jefe del directorio, y Herbert Diess, aún hoy jefe de marca.

“La mayor transformación en la historia de VW”

Pötsch defendió también el pago de bonificaciones a los gerentes. No es para menos: él mismo recibió varios millones de euros. El aplauso a las palabras de Pötsch fue consecuentemente más bien moderado.

Más palmas recibió Matthias Müller, el nuevo director general del grupo, que sucedió en septiembre del año pasado a Martin Winterkorn. Müller promete desde entonces, por un lado, una consecuente investigación sobre las causas del desastre, y por otro, una reorientación de la empresa. La nueva “Estrategia 2025”, que Müller presentó hace una semana, supone, dice Müller, “la mayor transformación en la historia del Grupo Volkswagen”.

El problema de ambos oradores: ninguno de los dos supo decir nada nuevo sobre cómo se solucionará el “dieselgate”. Tampoco les es posible, mientras Volkswagen no llegue a un acuerdo con las autoridades estadounidenses. Y eso puede tardar. De los 72 millones de documentos entregados por la empresa a las autoridades, hasta ahora solo ha sido analizado un diez por ciento.

La hora de los accionistas: la importancia de tener voto

Luego llegó la hora de los accionistas. La ira se descargó principalmente sobre Hans Dieter Pötsch. Varias veces se lo conminó a renunciar a dirigir la asamblea de accionistas, por ser él “uno de los principales responsables del problema”. Las votaciones para quitarlo del medio, sin embargo, no fructificaron.

Otro resultado tampoco podía esperarse, ya que las relaciones entre los accionistas de Volkswagen son muy especiales. Los propietarios de “acciones preferenciales” –por lo general pequeños accionistas– no tienen derecho a voto.

Los propietarios de las acciones principales, con derecho a voto, son las familias Piëch y Porsche, el estado federado de Baja Sajonia y el Emirato de Catar. Estaba claro, entonces, que mucho no podía pasar.

No obstante, el caso Volkswagen seguirá caliente también después de la asamblea de accionistas: ya el martes próximo (28.06.2016) deberá presentar Volkswagen ante un juzgado en California planes detallados acerca de cómo piensa resarcir a los propietarios de los 600.000 coches diésel con excesivas emisiones.

Kommentarbild Henrik Böhme Bonn Deutsch
Henrik Böhme

Cuatro semanas después será tomada la decisión definitiva. Solo entonces se sabrá cuánto le costará a Volkswagen el dieselgate. La calma en la empresa sigue brillando por su ausencia.