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Un cálculo diabólico

DW-WORLD/PK1 de diciembre de 2008

Los analistas comentan las crecientes tensiones entre la India y Pakistán por la masacre de Bombay.

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Soldados paramlitares indios: serio revés.Imagen: AP

Desbaratados planes de Washington

DIE PRESSE, Viena: "En los documentos de los estrategas de Washington todo se veía perfecto: los enemigos jurados India y Pakistán se reconcilian y se matan dos moscas con un palmetazo. Primero se elimina el peligro de un gran conflicto entre ambas potencias atómicas y segundo, el fin de la "guerra fría" entre Pakistán e India libera fuerzas militares pakistaníes, que Islamabad podría destinar al combate contra los talibanes y otros islamistas en la frontera con Afganistán, ayudando así a las tropas de la OTAN en este último país. Los atentados de Bombay parecen haber desbaratado por ahora esos planes de Washington. Aún cuando se calmen las tensiones entre India y Pakistán, los esfuerzos de Estados Unidos por reconciliar a India y Pakistán han sufrido un serio revés."

Azuzar las tensiones

LA CROIX, París: "Azuzar las tensiones entre India y Pakistán es un objetivo tan diabólico como fácil de alcanzar, porque ambos hermanos enemigos, Pakistán e India, siempre están dispuestos a enzarzarse en una disputa. Desde la separación de ambos Estados, en 1947, con el retiro de la potencia colonial británica, libraron ya tres guerras y el territorio de Cachemiria, reclamado por ambos países, continúa siendo la manzana de la discordia. El cálculo es también diabólico. Como ambos Estados poseen la bomba atómica, un conflicto supone un enorme riesgo. Los ataques de Bombay sólo pueden avivar el extremismo hinduista y su violencia contra otras religiones, manteniendo vivo un horroroso y sangriento círculo vicioso. Será necesaria una gran sabiduría por parte de los gobernantes de ambos países para evitar que se hagan realidad los peores escenarios."

Inquietante efecto

LA REPUBBLICA, Roma: "La última batalla contra los terroristas atrincherados en el hotel Taj Mahal acaba de ser librada y ya el ataque a la metrópoli de Bombay, similar a un terremoto, ha abierto profundas grietas en el resquebrajadizo fundamento de las relaciones indio-pakistaníes. (…) Efectivamente, el efecto más inquietante del 26 de noviembre (que gran parte de la prensa califica de 11 de septiembre de la India) es el fin de la luna de miel de Delhi e Islamabad.

La plaga del islamismo militante

THE INDEPENDENT, Londres: "Atentados de este tipo terminan siempre en la política. En Bombay se trató de un ataque contra el Estado indio motivado políticamente. La clave para impedir en el futuro este tipo de horror es una solución política a la plaga del islamismo militante. Mucho parece indicar que los terroristas probablemente tuvieran nexos con Pakistán. Ya se constate o no al final que Pakistán de alguna forma haya tenido una participación en este ataque, algo queda muy claro: en Asia Meridional, desde Afganistán hasta la India, no habrá paz en tanto no se impida que Pakistán apoye y exporte terroristas."