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Tras las rejas del circo

27 de septiembre de 2003

Los animales de los circos pagan muchas veces con sufrimiento, o hasta con la propia vida, las sonrisas que pueden arrancar al público. En Alemania, el gobierno regional de Hesse presentó una moción en su defensa.

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Defensores de animales apoyan la idea de prohibir la mantención de monos, osos y elefantes en circos.Imagen: AP

¿Cuántos animales salvajes viven enjaulados en los circos del mundo? Difícil saberlo. Las estadísticas escasean. Pero de seguro muchos de los niños que disfrutan de sus presentaciones romperían a llorar, si supieran las condiciones en que subsisten y los maltratos que reciben. Rara vez la gente se entera de la suerte que corren, como ocurrió recientemente en Chile, donde la historia del chimpancé Toto conmovió a la opinión pública. El simio, decomisado por las autoridades, había sufrido graves daños a manos de sus amos, que lo forzaban incluso a fumar y beber alcohol en las funciones. Fueron necesarios meses de cuidados para restablecer su salud al grado de que pudiera viajar al santuario natural de Zambia, donde se intenta reintegrarlo a su medio natural.

Tortura itinerante

La historia de Toto tuvo un final feliz. Pero eso ocurre en la minoría de los casos. El problema de la tenencia inadecuada de animales preocupa también en Alemania. El gobierno regional de Hesse presentó al Consejo de los Estados Federados (Bundesrat), una moción tendiente a lograr que se prohiba a los circos tener monos, elefantes y osos. Los autores de la iniciativa sostienen que estos animales salvajes no son domesticables y requieren una alimentación adecuada, al igual que cuidados especiales. Algo que los circos itinerantes no pueden brindarles, ya que pasan la mayor parte del año viajando en estrechos vagones.

La falta de dinero también impide con frecuencia a los dueños proporcionar a los animales la atención médica especializada o alojamiento calefaccionado para los crudos inviernos germanos. Son algunos de los puntos que llevaron a las autoridades de Hesse a proponer la citada prohibición, con la esperanza de contar con el apoyo de los otros estados. Schleswig-Holstein al menos ha demostrado interés por el tema, proponiendo por su parte la elaboración de una lista de animales que sí serían aptos para la vida circense.

"Ovejas negras"

Tiger im Zirkus
Tigres amaestrados en un circo.Imagen: Bilderbox

La intención de prohibir la tenencia de los citados animales ha cosechado grandes aplausos de parte de los grupos que se ocupan de su defensa y de los ecologistas en general. La organización "Vier Pfoten" (Cuatro Patas) la calificó de importante primer paso para poner fin a largo plazo a la tortura de los animales. Se requeriría, eso sí, un período de transición, para encontrar lugares adecuados donde dejar a los monos, elefantes y osos liberados de los circos.

Políticos de Los Verdes quisieran prohibir también la tenencia de grandes felinos, como leones y tigres. "Tanto los animales salvajes como los domesticados no pueden ser sometidos por más tiempo a las arbitrariedades de las 'ovejas negras' entre los empresarios circenses", indicó una portavoz del partido. Sin embargo, un representante gubernamental rechazó la iniciativa, indicando que las leyes vigentes brindan suficiente protección y sólo falta velar por su cumplimiento cabal. En consecuencia, es poco probable que prospere la moción, derivada ahora a una comisión del Bundesrat. Pero, al menos, se ha llamado la atención sobre un hecho: la alegría asociada al circo no tiene nada que ver con la triste de vida de algunas de sus estrellas.