Publicidad
El desencadenante de la ira fue la muerte de un inmigrante de 69 años de edad, a quien la policía disparó la semana pasada. Según fuentes policiales fue en defensa propia, ya que el hombre estaba armado con un machete y los había amenazado. Suecia, en comparación con otros países europeos, recibe a un gran número de inmigrantes, pero muchos de ellos, decepcionados, son relegados a los suburbios. Sus perspectivas de futuro se han deteriorado, sobre todo desde que en los últimos años aumentara drásticamente el desempleo juvenil, que se sitúa alrededor del 25 por ciento.