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Socióloga turco-alemana gana premio internacional de literatura

Susana Helfgot14 de noviembre de 2005

Necla Kelek es la ganadora del premio "Hermanos Scholl" que apoya la libertad individual y la valentía moral, estética e intelectual.

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La socióloga turco-alemana Necla Kelek recibe el premio internacional de literatura "Hermanos Scholl".Imagen: dpa - Bildfunk

"La novia extranjera. Una reseña desde el interior de la vida turca en Alemania" se titula el libro de Kelek premiado por la ciudad de Múnich y la regional bávara de la Asociación Bursátil del Comercio Librero Alemán con el premio anual Hermanos Scholl 2005, dotado con 10.000 euros. Este premio lleva el nombre de los hermanos Hans y Sophie Scholl que ofrecieron resistencia al régimen nazi como miembros del grupo "Rosa blanca".

Nekla Kelek nació en 1957 en Estambul y emigró con sus padres a Alemania en 1966. Estudió sociología y ciencias económicas en Hamburgo. Su área de investigación se concentra en las sociedades paralelas. Es asesora de la justicia en Hamburgo en cuanto al trato a presos turcos musulmanes.

"Para la mayoría de los alemanes sigue siendo sospechoso estar orgulloso de su país. A veces les falta un poco de la autoestima que otros tienen de sobra. La falta de orgullo de los alemanes impide también atacar públicamente ciertas anomalías que perciben sobre todo tratándose de personas provenientes de otras culturas. La opinión de que los alemanes no tienen derecho a entrometerse está muy difundida. El miedo a aplicar sobre otros las reglas que para uno mismo se sobrentienden, conlleva a aceptar violaciones de la libertad que no son aceptables" -palabras del discurso pronunciado por Kelek al recibir el premio este 14 de noviembre. Kelek criticó esa tolerancia mal entendida frente a los inmigrantes turcos en Alemania: "Se acepta una cultura colectiva arcaica, muchas veces justificada por la religión, que infringe los derechos constitucionales más elementales."

La integración de la mayoría de los inmigrantes fracasó por la aplicación de una política incorrecta, dijo Kelek. En parte, los inmigrantes se veían como víctimas de la sociedad, con lo cual se les deniega la parte de responsabilidad propia".

Contenido explosivo

Buchcover: Necla Kelek - Die fremde Braut
El libro premiado de Kelek: "Die fremde Braut" ("La novia extranjera").

"Necla Kelek nos confronta con transgresiones de los derechos elementales de las ciudadanas turcas que viven entre nosotros", dijo el jurado. Eso lleva a la pregunta: "¿Por dónde pasa el límite entre el respeto indispensable ante la diferencia cultural y una tolerancia mal entendida?

La típica novia importada es "muy joven, no tiene educación y proviene de un pueblo; se la casa con un familiar desconocido en Alemania donde vive dentro de la comunidad turca, sin contacto con el exterior y sin aprender alemán, con consecuencias catastróficas para la educación de sus hijos".

Y así tenemos los casos de niños que se mantienen alejados de la sociedad alemana, que no tienen permiso para nadar en la piscina de la escuela junto con sus compañeros, que no pueden hacer los viajes de curso. Mujeres y varones crecen separados; los varones se convierten en guardianes de la familia y los padres deciden con quién y cuándo se casarán los hijos.

El redactor Heribert Prantl del diario Süddeutsche Zeitung dijo que "el libro es como un puñetazo sobre el cráneo. Un golpe que nos despierta, nos abre los ojos y nos muestra lo que no debemos tolerar: que decenas de miles de jóvenes turcas que viven entre nosotros no sepan pronunciar, ni escribir ni vivir la expresión 'igualdad de derechos'".

En su libro "La novia extranjera", Kelek describe y condena las prácticas de casamientos arreglados de antemano y forzados.

Subcultura y sus consecuencias

Esa mentalidad que se aferra al sentido común turco-musulmán en el extranjero, llevó a la situación en la que vive en la actualidad por lo menos el 50% de los turcos en Alemania. Viven en el modernismo pero nunca arribaron allí. Viven en Alemania de acuerdo con las reglas de su pueblo en Anatolia. Formaron un mundo paralelo con su creencia, retirados de la realidad del entorno y transmitiendo la tradición oral de generación en generación, tal como fueron educados ellos mismos, para casarse con gente de su "patria".

Kelek dice que los inmigrantes deben reconocer el valor de la educación. "La educación es la posibilidad de entrar en la sociedad en la que uno vive. La familias musulmanas no deberían encerrar a su mujeres en las casas sino que deberían aceptar que la vida pública es tanto para hombres como para mujeres".