Rusia es es el mayor aliado del gobierno sirio y ha acusado a la oposición de obstruir la conferencia de paz planificada por Washington y Moscú. La oposición exige la renuncia del presidente Bashar Al Assad, además de un cese de la violencia. Assad confirmó que su ejército recibió misiles rusos mientras que la ONU volvió a condenar la venta de armas a cualquiera de las partes.