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El problema de los perros vagabundos es conocido en Rumania. Desde hace años los centros de acogida de animales reciben generosas donaciones monetarias y en especie del extranjero. No obstante, en muchos centros los animales sólo se contabilizan a efectos estadísticos y se sacrifican al poco de llegar. Y eso a pesar de que esta práctica está prohibida oficialmente desde 2008.