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Rotkäppchen: una burbujeante Caperucita

Mirra Banchón20 de abril de 2004

Rotkäppchen-Mumm vendió 103,1 millones de botellas de vino espumoso en el 2003. La fusión de las dos marcas líderes del este y el oeste de Alemania ha logrado llegar a la cabeza del mercado. Como en un cuento de hadas.

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La de la caperuza roja, Rotkäppchen, la más querida del reino.Imagen: AP

"Erase una vez, una botella de vino espumoso que usaba siempre una gorrita roja, motivo por el cual la llamaron Caperucita Roja. De una pequeña población llamada Freyburg provenía nuestra Caperucita Roja -que en el idioma del lugar se decía Rotkäppchen. La hermosa botellita de largo cuello verde vio la luz sajona por primera vez en el año de 1856. Su presencia llenó de borboteante felicidad a varias comarcas a la redonda, por muchos, muchos años. Si bien, por un tiempo, un nuevo rey alargó el nombre de la casa en la que había nacido, y en vez de llamarla "empresa" la denominó "empresa del pueblo de vinos espumosos"- la vida de nuestra botellita discurría plácidamente. Era tan buena y burbujeante que el 65% de la población la quería, y mucho. Caperucita era feliz.

Las brumas y la desventura

Entonces sucedió que los disturbios que habían empezado en la frontera comenzaron a multiplicarse por toda su región, por las regiones vecinas... Corría el año 1989. De pronto, un día la gente comenzó a hablar de que un gran muro había caído. Todos comenzaron a celebrar. La bienaventurada Caperucita ocupó un lugar especial en los festines. Sin embargo, poco después mucha gente comenzó a emigrar, que se iban al oeste decían. Y no la llevaron consigo, pues "allá" había otras, mejores que ella decían. Mumm era el nombre de la más linda de sus rivales.

Años de tristeza y olvido siguieron para nuestra efervecente amiga de gorrito colorado. No sólo quienes habían festejado con ella la relegaron, también quienes cuidaban de sus burbujas. Habían sido 365 empleados en su fábrica de origen, y para el oscuro año de 1992 quedaban sólo 66. La muerte se aproximaba....

El rayo se convierte en raudal de luz

Fue entonces cuando apareció un hada, la consoló y le auguró un futuro venturoso. Con su varita mágica condujo a Caperucita hacia las tiendas del oeste, allá hacia donde todos emigraban y donde estaban sus rivales. Y allí, con su caperucita roja Rotkäppchen comenzó una renovada y bullante vida. No sólo que no le tomó mucho tiempo reconquistar a quienes la habían querido, sino que incluso se ganó el corazón de los miles que habían preferido a la tal Mumm. Para el año 2001, tanta popularidad y tanta confianza se había granjeado Caperucita que Mumm y sus dos hermanas -Jules Mumm y MM- vinieron a vivir con ella a su castillo. Todas sus burbujas juntas lograrían ganarse a todas las gargantas del reino".

Un final de cuento

Y en la vida real así fue: 103,1 millones de botellas de espumante vendió Rotkäppchen-Mumm en el 2003, año que se ganó con creces el calificativo de excelente. A 340,5 millones de euros llegó el volumen de ventas y a 31,3% su cuota de mercado. Y el final absolutamente feliz: con un crecimiento del 12,2% y 57 millones de botellas vendidas, Rotkäppchen ha sido la que más ha aportado a ese éxito.

"Entonces, una hermosa de primavera el heraldo del rey anunció que entre todas sus hermanas, Caperucita había sido escogida por el pueblo como la predilecta del reino". Y vivieron felices para siempre. Salud.