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PIB alemán se contrae

Pablo Kummetz14 de agosto de 2008

Luego de casi cuatro años de crecimiento, el PIB alemán cayó en el segundo trimestre de este año un 0,5 por ciento, pero sin que se tema una recesión.

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Acero en ThyssenKrupp Steel AG, Duisburgo: frenada, pero no recesión.Imagen: picture-alliance / dpa

Los expertos están de acuerdo: después de un fulminante comienzo económico este año, con un crecimiento del 1,3 por ciento en tres meses, Alemania hace una pausa y junta fuerzas para la segunda mitad del año. Para todo 2008 se cuenta con un crecimiento de alrededor del 2 por ciento.

Por ahora nadie utiliza el término "recesión". Formalmente puede llegar a ser una recesión si también el próximo trimestre vuelve a registrarse una caída del PIB. Pero en contra de ello hablan la buena situación en el mercado laboral y la continuada alta utilización de las capacidades productivas.

Con respecto al mismo trimestre del año anterior, es decir, en los últimos doce meses, la economía alemana ha crecido un 1,7 por ciento. La última vez que se registró una caída del PIB alemán fue en el tercer trimestre de 2004, cuando descendió un 0,2 por ciento.

Escaso consumo

En otra cosa coinciden también los economistas: el problema principal es el escaso consumo. En vista de un relativamente pronunciado aumento de los precios, esa reticencia a consumir no puede sorprender. A ello se agregan la tradicionalmente marcada tendencia de los alemanes a ahorrar, los aumentos de sueldo muy moderados en los últimos años y la subida del impuesto al valor agregado del 16 al 19 por ciento.

No obstante, la actual frenada del PIB no se sale del marco de los pronósticos, si bien de los menos optimistas. Por otra parte, los augures económicos dicen que "podría haber sido peor". Los analistas del Dresdner Bank, por ejemplo, parten de que después de esta pausa de verano "la economía alemana volverá a crecer en el último trimestre del año".

Joachim Scheide, experto del Instituto de Estudios Económicos IFW, dice que "el leve retroceso del PIB no es ni una señal de alarma ni una sorpresa". La razón: el crecimiento del primer trimestre fue sorprendentemente alto, por lo que una pausa ahora está dentro de lo normal.

Las causas del descenso

Las causas de la contracción son múltiples: la subida de los precios de los alimentos y el petróleo; la fortaleza del euro, que dificultó las exportaciones, y la crisis financiera mundial desatada por el colapso del sector inmobiliario en los Estados Unidos.

Un euro más débil y el actual retroceso del precio del crudo le proporcionan un respiro a la economía alemana. La crisis financiera no ha tenido un efecto directo sobre la industria. El crédito no fue restringido dramáticamente como en otros países. Pero sí hizo disminuir la demanda externa.

En cuanto a las perspectivas para el año próximo, todo parece indicar que el crecimiento económico alemán no pasará del uno por ciento. No será sino a fines de 2009 que la crisis financiera se habrá superado completamente. Los economistas cuentan que para entonces la economía mundial, y con ella también la alemana, volverán a crecer con fuerza nuevamente.