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Pelotas con chip y tarjetas amarillas

Monika Mitrovska/PK21 de junio de 2006

En el Mundial, 21 tríos de árbitros controlan el desarrollo de los partidos, hasta ahora sin pelotas provistas de microchips, pero sí con auriculares. Un panorama del trabajo más controvertido en el fútbol.

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Markus Merk le saca una tarjeta amarilla a Culina, de Australia, en el encuentro contra Brasil.Imagen: AP


En este Mundial, los partidos han discurrido hasta ahora sorprendentemente tranquilos. Una importante razón de ello es la elitista selección de los árbitros. Los 21 árbitros y sus asistentes se prepararon ya antes del torneo en cursos de varios días de duración para su tarea, de tanta responsabilidad.

En el centro para árbitros de Neu-Isenburg, Alemania, fueron realizados, además de numerosos chequeos médicos, también controles del estado físico y un concienzudo repaso de las reglas.

Regular y ordenar

El objetivo común de los árbitros es la aplicación uniforme y consecuente de las directrices de la FIFA, la Federación Internacional de Fútbol Asociación. Ninguna de las reglas que se aplican en este Mundial es nueva o ha sido modificada.

Lo que se penaliza son las usuales violaciones a las reglas: excesivo empleo del físico contra un rival, codazos, tirar de la camiseta y jugar a ganar tiempo. Los árbitros quieren hacer el juego en general más rápido y penalizar más decididamente un comportamiento antideportivo.

"Juego limpio" es la consigna del Mundial: en las canchas han llovido tarjetas amarillas e incluso alguna que otra roja ha sido repartida también. Dos veces amarillo significa no poder jugar el partido siguiente. Las draconianas reglas son actualmente objeto de controvertida discusión pública.

Muchas estrellas están ya amenazadas de quedar al margen, por lo menos por un partido. Los entrenadores aplican diversas tácticas para evitar que sus mejores jugadores no tengan que hacer una pausa obligada.

Árbitros y asistentes

¿Entró el balón? Muchos medios técnicos, como por ejemplo la pelota con chip o la cámara en el arco, permanecen tabú en este Mundial. Cómo y cuándo las imágenes de una cámara de vídeo serán tomadas como prueba para tomar una decisión es una incógnita todavía.

Y en el balón que, con un microprocesador en su interior, avisa por sí mismo si traspasó por completo la línea de gol, no se puede confiar todavía cien por cien. Ahora se ha decidido que la pelota desarrollada por las empresas Adidas y Cairos y el Instituto de Investigaciones Fraunhofer sea empleada como muy temprano en el Mundial de Sudáfrica 2010.

Pero sobre todo después del partido entre Francia y Corea del Sur se alzan cada vez más voces que reclaman recurrir a medios técnicos. El 2 a 0 no concedido por los árbitros a los franceses fue al final decisivo: si se hubiera dado, hubiera consolidado decididamente la posición de los "bleus" en la Copa.

Novedad: los auriculares

Una novedad técnica visible y útil es el uso de auriculares con micrófono durante el partido. Con ese sistema, el árbitro y sus asistentes se comunican directa e inmediatamente entre sí. Antes, el árbitro tenía que correr hacia el asistente cuando quería preguntarle algo.

Los tríos de árbitros son desde este Mundial unidades fijas y por primera vez vienen sus integrantes todos del mismo país o por lo menos de la misma asociación continental.

El único trío alemán que toma parte en este Mundial es liderado por el árbitro Markus Merk, que ya pitó en otros dos Mundiales. Merk se entrena todos los días, física y tácticamente, antes de ver junto con sus asistentes partidos del Mundial, para analizarlos en conjunto. Sólo el "juego de equipo" de los árbitros lleva a la deseada "línea unitaria".

En cuanto a la paga, también es uniforme: todos los árbitros del Mundial y sus asistentes reciben 40.000 dólares por todo el campeonato más un monto fijo para gastos de 100 dólares por día.