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Parques industriales ecológicos: crecimiento con menos CO2

13 de marzo de 2012

Las empresas afrontan la presión de producir más ecológicamente. Parques industriales ecológicos podrían ayudar.

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Las industrias indias, hambrientas de energía, necesitan tecnologías limpias.Imagen: KfW-Bildarchiv / Bärbel Högner

El ministro de Medio Ambiente de la India, Jairam Ramesch, recuerda a menudo que el subcontinente, en su rápida evolución hacia una nación industrializada, debería apostar por una estrategia de crecimiento basada en un bajo nivel de emisiones de CO2. Un concepto especialmente válido para aquellos sectores con un elevado consumo de energía, como la industria papelera, la del cemento, electricidad, fertilizantes o textil. Muchas de estas fábricas se asientan en parques industriales estatales y contaminan el aire y el agua. Una contaminación que, a menudo, se extiende también a los terrenos.

Los denominados parques industriales ecológicos podrían contribuir a evitar la extensa contaminación industrial. El término designa a aquellos complejos industriales en los cuales las empresas cooperan entre ellas para compartir recursos y utilizarlos de forma más eficiente. Desde terrenos y materiales hasta conocimientos y energía, pasando por transportes.

El uso de las denominadas "energías verdes" también juega un papel destacado en los parques industriales ecológicos. La idea que subyace: las empresas deben reducir su propia huella de CO2 y contribuir a un desarrollo sostenible.

Parques industriales ecológicos por actualizar

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Fábricas altamente contaminantes forman parte de lo cotidiano en la IndiaImagen: CC/Jayesh Bheda

En el estado federado indio de Andhra Pradesh, en el sureste del país, la alemana Sociedad de Cooperación Internacional (GIZ) participa en la construcción de parques industriales ecológicos. El objetivo, transformar las instalaciones ya existentes en complejos más respetuosos con el medio ambiente. Muchos de los parques industriales tienen más de 30 años de antigüedad y acogen a centenares de pequeñas y medianas empresas pertenecientes a sectores tan diversos como la alimentación, la fabricación de maquinaria o la industria química. La "actualización" de los parques para adaptarlos a las exigencias de la producción "ecológica" incluye la instalación de nuevos sistemas de alcantarillado, de colectores de agua de lluvia y de iluminación con placas solares.

El gran reto, sin duda, pasa por convencer a los gestores de los parques y a las empresas allí instaladas de invertir el dinero necesario. "El problema no es solamente la falta de una infraestructura básica y de una conciencia sobre la problemática", explica N. Raghu Babu, experto en desarrollo industrial sostenible que trabaja para la GIZ. "A ello hay que añadir el hecho de que, en la India, todas las empresas -incluidas aquellas asentadas en parques industriales- actúan de forma individual y exclusivamente en función de sus propios intereses. Apenas sí existe una conciencia sobre la necesidad de utilizar los recursos de forma conjunta", afirma Raghu Babu.

"Más importante que nunca"

El principio según el cual las empresas cooperan y comparten recursos y conocimientos es una idea fundamental en el desarrollo de parques industriales ecológicos en todo el mundo. Diferentes variantes de este concepto abundan cada vez más en los países en vías de desarrollo. Sin embargo, la mayoría de los parques ecológicos se encuentran todavía en Europa y América del Norte.

Ray Coté es profesor emérito de la Universidad de Dalhousie, en la ciudad canadiense de Halifax, y se ocupa de los parques industriales ecológicos desde principios de la década de los 90 del siglo pasado. Según Coté, un ejemplo especialmente destacado de parque ecológico lo hallamos en Devens, en el estado de Massachusetts, en el noreste de Estados Unidos.

Las autoridades locales han convertido una antigua base militar en un parque industrial ecológico que ha dado una nueva vida a la región. Allí, las compañías instaladas son animadas a emplear productos derivados y residuos, así como a compartir los costes del transporte y de la formación.

Según Coté, son varias las empresas alemanas del sector químico que ya han convertido sus instalaciones en parques industriales eficientes desde el punto de vista energético. Como, por ejemplo, en el barrio de Höchst, en Fráncfort. Las empresas de los sectores farmacéutico y químico allí ubicadas cooperan en el ámbito de la logística y de la eliminación de residuos.

"Parques de este tipo son hoy en día más importantes que nunca", explica Coté, quien añade: "debemos encontrar una vía para desarrollar las capacidades industriales dentro de los límites ecológicos y compensar aquellas prestaciones que aporta el ecosistema y que se pierden cuando utilizamos los recursos naturales". Una posibilidad pasa por el empleo de sistemas que reciclen materiales y recursos.

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El parque industrial ecológico de Kalundborg es uno de los más modernos del mundo.Imagen: Øyvind Hagen / Statoil

El modelo "Residuo Cero"

Un parque industrial ecológico que desde hace tiempo aplica exactamente este modelo se encuentra en la ciudad danesa de Kalundborg, cerca de Copenhague. Construido en 1961, el parque acoge a alrededor de treinta empresas y está considerado en todo el mundo como ejemplo de proyecto industrial ecológico.

Aquí, los residuos de una fábrica se convierten en recursos para otra: por ejemplo, el vapor generado por una central de energía es acumulado y utilizado en el proceso de producción de una empresa farmacéutica. El calor perdido se emplea para calentar los complejos residenciales de la zona. El yeso, otro subproducto procedente de la central de energía, es utilizado por una fábrica de placas de yeso en la elaboración de sus productos. Una granja local también utiliza la crema de levadura procedente de una fábrica farmacéutica como alimento para sus cerdos.

"Las empresas reciben materiales que necesitan. El material es reciclado y, de esta manera, el proceso de producción resulta mucho más limpio", explica Berndt Jespersen, asesor técnico del proyecto Kalundborg.

Crecimiento limpio

Para las empresas que se asientan en los parques industriales ecológicos se trata, sin duda, de una oportunidad para apostar por prácticas más "verdes". Pero hay un motivo aún más importante para instalarse en un parque industrial ecológico: el efecto positivo sobre las propias cuentas.

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Los parques industriales ecológicos son especialmente ventajosos para las pequeñas empresas.Imagen: picture-alliance / Godong

Lykke Schmidt es directora de actividades internacionales del gigante farmacéutico danés Novo Nordisk, que ha ubicado su producción de insulina en Kalundborg. Según Schmidt, su empresa ha podido "reducir costes de forma considerable" gracias a que los recursos ya existentes en el parque industrial le han permitido ahorrarse el tener que producir vapor para su propio consumo.

Además, las instalaciones de la empresa en Kalundborg han generado interés en el extranjero, especialmente en China, dado que en el parque se escenifica "cómo una empresa puede crecer y, al mismo tiempo, minimizar los efectos sobre el medio ambiente". Algo especialmente interesante para los países en vías de desarrollo.

Eficiencia energética: "buen sentido del negocio"

N. Raghu Babu comparte esta visión y remite a un programa de entrenamiento para catorce empresas asentadas en el proyecto de parque industrial ecológico de Andhra Pradesh. El programa sirvió para convencer a las compañías para invertir en una planta de recuperación de residuos.

El motivo, el cálculo que Raghu Babu les presentó: reducir el derroche de energía a través de aislamientos insuficientes, canalizaciones y refrigeración supondría un ahorro de 25 millones de rupias (alrededor de 390.000 euros) en ocho meses.

"Apostar por la eficiencia energética es, sencillamente, tener un buen sentido del negocio. El ahorro es enorme y las inversiones que conlleva suponen, a largo plazo, una relación coste-eficacia mucho mejor", afirma N. Raghu Babu, "y el medio ambiente y el clima también se benefician de ello".

Autor: Sonia Phalnikar
Redacción: Emili Vinagre