Nuevo impulso a cooperación germano-rusa

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente ruso, Dmitri Medvedev, dieron un nuevo impulso a su cooperación bilateral en ámbitos como el económico y energético, durante las décimo terceras consultas germano-rusas celebradas en Hannover.

En el encuentro, que desde la noche del lunes reunió a varios ministros de los dos gobiernos, se firmaron numerosos acuerdos de cooperación económica, cultural y medioambiental. La única sombra que planeó sobre las consultas fue la retirada del premio cívico alemán Cuadriga al primer ministro ruso, Vladimir Putin, debido al rechazo de parte del jurado y a las críticas de los medios. Medvedev condenó hoy con inusual dureza esa marcha atrás, que calificó de "cobarde e inconsecuente". Las conversaciones, sin embargo, estuvieron marcadas sobre todo por los acuerdos económicos y las señales positivas en ambas direcciones.

Merkel apoyó por ejemplo el ingreso de Rusia en la Organización Mundial de Comercio (OMC). Las empresas alemanas desean que en Rusia surja un importante y moderno sector industrial, explicó. La canciller también prometió que Alemania "trabaja intensamente" para "facilitar la llegada de trabajadores rusos" aliviando sus requisitos de visado.

Déficit de mano de obra calificada

La primera economía europea sufre un intenso déficit de mano de obra calificada. El lunes, la Agencia Federal de Empleo anunció que el país pretende captar profesionales de España y otros países europeos en crisis.

Medvedev manifestó su satisfacción por las relaciones económicas y adelantó que este año se recuperará el volumen comercial previo a la crisis. Un aspecto central de las consultas, que comenzaron esta mañana con un encuentro entre los dos mandatario, fue el del sector energético. Después de aprobar la desconexión de todas las centrales nucleares en 2022, Merkel admitió que Alemania necesitará importar ahora más gas.

Sin embargo, dejó abierto a qué país lo comprará. "Eso lo deciden los mercados", se limitó a decir en la rueda de prensa ofrecida en Hannover. Alemania se abastece sobre todo de gas ruso, noruego y británico. En el "positivo" y "completo" encuentro se habló también de la situación en Moldavia, en Siria, Libia, Bielorrusia y del futuro de las relaciones entre la Unión Europea (UE) y Rusia.

Desafío histórico

El lunes, Merkel y Medvedev habían abierto las consultas con una cena en la que abordaron la crisis del euro. Hoy Merkel insistió en que Europa se encuentra ante el "desafío histórico" de "proteger el euro". Descartó, sin embargo, que en la cumbre extraordinaria de este jueves en Bruselas se vaya a lograr "un resultado espectacular" que zanje para siempre la crisis en Atenas.

Respecto a Siria, Merkel volvió a pedir la condena internacional de la violenta represión de las protestas antigubernamentales: "Sería muy deseable" que Rusia lanzase "una señal", dijo la canciller, La comunidad internacional intenta en vano desde hace semanas lograr una postura de condena común respecto al régimen de Damasco. Rusia y China son los países más reticentes.

Hoy Medvedev volvió a insistir en que no apoyará esa condena con el pretexto de que ya se modificó la resolución de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para Libia. Según expuso, se aseguró que sería una protección a la población civil cuando en realidad se trata del apoyo a una sola de las partes. En ese sentido, se manifestó a favor de "una solución negociada y pacífica".

Alemania y Rusia mantienen consultas gubernamentales cada año desde 1998. Berlín celebra conversaciones de ese tipo sólo con siete países, entre ellos Francia e Israel.

dpa
Editor: José Ospina-Valencia