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¿Nueva guerra fría entre Moscú y Occidente?

DW-WORLD11 de agosto de 2008

Los excesos militares de Rusia en el conflicto de Osetia del Sur, pero también los errores políticos de Georgia son criticados en los editoriales de la prensa europea, que difiere en evaluar las consecuencias.

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Tanques rusos en Georgia.Imagen: AP

Süddeutsche Zeitung, de Múnich: “Tras la declaración de independencia de Kosovo, en febrero, fue Rusia la que reforzó su silencioso protectorado sobre las provincias georgianas de Osetia del Sur y Abjazia, la que hizo valer por decreto aspiraciones gubernamentales, ejerció claras funciones de soberanía e intervino cada vez más en el plano militar. A ello se suman provocaciones que no le corresponden a Rusia como supuesta potencia rectora neutral de fuerzas de estabilización y de paz en ambas regiones: Moscú no ha respetado el claro mandato de la ONU de mantener en marcha el diálogo político entre las regiones separatistas y Georgia. Al mismo tiempo reforzó sus tropas, armó a las milicias y violó varias veces el territorio georgiano. En resumen, Rusia provocó una guerra".

Desastre político y humanitario

Neue Osnabrücker Zeitung, de Osnabrück: “Es posible que Georgia haya sido provocada por Rusia. Pero eso no cambia en nada el hecho de que, con la operación militar en Osetia del Sur, el presidente (georgiano) Saakashvili sumió a su país en un desastre político y humanitario. Incontables muertos y heridos, entrada de tropas moscovitas y el sueño de entrar en la OTAN se ha esfumado por mucho tiempo: demasiado tardó el presidente en aplicar el freno de emergencia, al anunciar un cese del fuego unilateral. El Kremlin ha aprovechado hasta ahora brutalmente la enorme tontería de la cúpula georgiana para reforzar su propia posición en el Cáucaso. Eso se critica en el mundo entero y con razón. Pero más no se puede hacer. De ninguna manera se puede forzar a Moscú mediante una presión abierta, ni menos a través de la violencia, a cambiar de actitud en cuanto a Osetia del Sur”.

Repercusiones negativas para Moscú

Die Presse, de Viena: “En el aspecto militar, Georgia ha recibido la esperable y dolorosa lección de los rusos. Pero su desproporcionada dureza podría perjudicar mucho a Rusia. Ya sea porque los rusos ayuden indirectamente a que el candidato republicano John McCain –muy crítico hacia Moscú- gane las elecciones en noviembre en Estados Unidos, ya sea porque echa agua a los molinos de todos aquellos que en Occidente han advertido siempre de las ambiciones neo-imperialistas moscovitas, mientras los que se declaran comprensivos con Moscú se ven a la defensiva. De esta forma, quizá la pequeña guerra caliente en Osetia del Sur sea el preludio de la nueva gran guerra fría entre Rusia y Occidente”.

¿Qué móviles tuvo Georgia?

De Morgen, de Bruselas: “La integridad territorial de Georgia debe ser respetada. Y el hecho de que Abjazia y Osetia del Sur se consideren provincias separatistas no confiere a Rusia el derecho de enviar allí a sus tropas. No obstante, cabe preguntarse qué indujo al pro occidental -y sobre todo pro estadounidense- presidente Mijail Saakashvili a desatar este incendio local. (...) Cuesta resistirse a la idea de que Saakashvili quiso provocar la intervención de Occidente. Él todavía no ha digerido que una mayoría de los miembros de la OTAN haya negado a su país el ingreso a la alianza militar en la cumbre de abril”.

“Por suerte Georgia no está en la OTAN”

Gandul, de Bucarest: “El indefenso Saakashvili pidió ayuda a Occidente. Ninguna gran potencia respondió a este llamado. Más aún, es probable que los Estados occidentales respiren aliviados porque no se haya dado luz verde al ingreso de Georgia a la OTAN en la cumbre de Bucarest. Porque, de lo contrario, Francia, Alemania e incluso Rumania estarían obligadas a defender territorio georgiano en caso de un ataque ruso. El presidente georgiano perdió también en este frente.”