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"Nepotismo y corrupción": ¿el fin del alcalde de Moscú?

Pablo Kummetz12 de septiembre de 2010

Yuri Luzhkov, el alcalde de Moscú, uno de los políticos más poderosos de Rusia, se ha topado con el jefe del Kremlin, Dmitri Medvedev. Su dimisión parece ser sólo cuestión de tiempo.

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Juri Lushkov: problemas con el Kremlin.Imagen: RIA Novosti

El alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, es considerado uno de los políticos más poderosos de Rusia. Tras 18 años de gobernar con mano dura y acompañado constantemente por rumores de dimisión, el alcalde de 73 años se encuentra ahora ante una de sus pruebas más difíciles frente al jefe del Kremlin, Dmitri Medvedev.

Los medios hablan casi a diario de un pronto fin del largo y controvertido dominio de Luzhkov. Por primera vez desde hace años, la televisión estatal rusa NTV puso al descubierto este fin de semana la estructura de la corrupción y el nepotismo en la administración de la capital rusa.

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Obras en construcción en Moscú. Inteko, empresa de la mujer de Lushkov, recibe constantemente encargos del ayuntamiento.Imagen: Picture alliance/dpa

Algo que, en realidad, era desde hace mucho tiempo un secreto a voces para los moscovitas. Pero el hecho de que una televisión estatal critique a un político de ese peso ha causado revuelo.

Hace días que los diarios especulan con que el presidente podría destituir a Luzhkov, partidario del primer ministro Vladimir Putin.

Lushkov vs. Medvedev: ¿bloqueo de la modernización?

Sin embargo, más que de los posibles manejos criminales de Lushkov, los expertos creen que el problema real es que el poderoso alcalde obstaculiza cada vez más a Medvedev en sus intentos de modernización. Una destitución de Luzhkov sería sin embargo un terremoto político y una auténtica primera demostración de poder de Medvedev, creen los expertos.

En los programas "Máximo" y "El affaire de la gorra" -en alusión a la costumbre del alcalde de llevar siempre cubierta la cabeza- los reporteros de la NTV destaparon no sólo las estructuras de corrupción, sino los negocios de la esposa de Luzhkov.

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Dmitri Medvedev: presión sobre Lushkov.Imagen: AP

Jelena Baturina es considerada con su fortuna millonaria la mujer más rica de Rusia. Mientras a ella le gusta descansar en sus propiedades en Londres, su empresa constructora Inteko se beneficia constantemente de los encargos del ayuntamiento moscovita, denuncian los programas de televisión.

Luzhkov, instaurado en el cargo por el ex presidente Boris Yeltsin en 1992, es uno de los hombres más ricos del mayor país de la Tierra, gracias también al imperio de empresas de su mujer.

El viernes negó las críticas vertidas desde el Kremlin de que estaba intentando distanciar a Medvedev y a Putin con sus intrigas y juegos de poder, y todo ello en medio de un candente debate sobre su posible candidatura a la presidencia en 2012.

Sin embargo, se considera que la base de poder de Luzhkov. El partido Rusia Unida, dirigido por Putin, acusó a los reporteros televisivos de informar demasiado parcialmente sobre Luzhkov. El presidente del Parlamento, Boris Gryslov, quiere aclarar las acusaciones.

Al politólogo Alexei Pushkov todo esto le recuerda a una primera "guerra informativa" contra Luzhkov cuando fracasó en su intento de presentarse a la presidencia en 1999.

Uno que ignora las órdenes del Kremlin

El pasado octubre, Luzhkov se aseguró una amplia victoria en las elecciones al ayuntamiento, ante acusaciones sobre fraude masivo del partido de Putin. La oposición critica desde hace tiempo que el alcalde ha convertido a Moscú en una de las metrópolis más caras del mundo, donde la calidad de vida se vende a precio de lujo en medio del crimen y la contaminación, en palabras del ex vicejefe de gobierno Boris Nemzov.

Pero Luzhkov no sólo tiene fama de reprimir a la oposición, sino de ignorar las órdenes del Kremlin. Por ejemplo, pese a las protestas internacionales, insistió en honrar con grandes carteles en Moscú al dictador Josef Stalin con motivo del 65 aniversario de la victoria sobre la Alemania de Hitler el pasado mayo. El Kremlin lo impidió finalmente.

Medvedev se refirió indirectamente a él el viernes cuando dijo en una conferencia sobre la democracia en Yaroslavl, sin dar nombres concretos, que los funcionarios que no sigan su curso de modernización deben despedirse de sus puestos. Luzhkov manifestó de inmediato que no se sentía aludido.

Críticos del gobierno exigieron hoy, pese a la prohibición de manifestarse, el fin inmediato de la era Luzhkov.

dpa