Naturaleza romántica en los Bosques del Palatinado
El Bosque del Palatinado no tiene nada que envidiar a los bosques de Canadá ni de la estepa de Mongolia. Con casi 1.600 kilómetros cuadrados, es el área boscosa más grande de Alemania.
Naturaleza por donde se mire
Con la mochila al hombro y equipados con una tienda de campaña, en el Bosque del Palatinado se puede emprender un viaje revitalizante y pleno de tranquilidad, y disfrutar de paisajes tan espectaculares como el de la foto.
Ruta para caminantes
En 2009 se crearon los primeros campamentos de senderismo en el bosque. Hoy ya existen diez campamentos con lugar para que pernocten seis grupos de tres personas cada uno, que funcionan desde abril hasta octubre.
Ruinas de Landeck
Los caminos atraviesan la campiña y el bosque, donde se ocultan los campamentos, lejos de los senderos, por lo cual solo se pueden encontrar con la ayuda de un guía. Con un poco de suerte, se puede observar a los ciervos, zorros rojos y jabalíes, así como a los mapaches, también en el lugar de la foto, las Ruinas de Landeck.
Excursión a los viñedos
Claro que los senderistas que acampan en el bosque también pueden hacer una excursión por la zona contigua al Bosque del Palatinado, un verdadero lujo, ya que no solo se pueden visitar los pueblitos aledaños, sino también los viñedos.
Vinos deliciosos
Ya que hablamos de lujos, en verano, las vides absorben todo el sol que necesitan para producir un vino excelente. A partir del final del verano, en los viñedos ya se puede deleitar un vino nuevo (Federweiße), que tradicionalmente se toma acompañando un pastel de cebollas.
Castillo de Landbeck
Muchos caminos del Bosque del Palatinado están rodeados de castillo y ruinas medievales. A algunos de ellos solo se puede llegar a pie. Pero la subida vale la pena: desde allí arriba, los caminantes gozan de una bella panorámica. Algunos castillos están habitados y se los puede visitar, como el Castillo de Landeck, cerca de Klingenmünster, en la foto.
Ruinas de Lindelbrunn
Las ruinas de Lindelbrunn se pueden recorrer a pie. Los antiguos muros y el paisaje que se extiende a lo largo de bosques y campos son ideales para quien gusta de conocer un poco de historia y rodearse de bellezas naturales.
Atardecer romántico
El mejor momento de un día de caminata, después de andar varios kilómetros, es poder quitarse la mochila, armar la tienda y probar el colchón inflable en medio de un concierto de pájaros, y contemplar un bello atardecer. Y después de descansar un poco, comer cerca de la fogata.
Pura naturaleza
El Bosque del Palatinado tiene un encanto especial y rústico. Además de la fogata, la tienda y un servicio, no hay nada: ni teléfonos ni pantallas, ni siquiera libros. Solo lo necesario para volver a la naturaleza.