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Medios de Comunicación

Aitziber Romero/ERS12 de enero de 2007

En medio de una renovada polémica por la libertad de expresión en Venezuela, el gobierno anuncia cambios que se orientarían según el modelo europeo. Aquí les mostramos como opera el modelo alemán.

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Canales públicos y privados compiten por la audiencia en Alemania.Imagen: DW

Muchas críticas le ha valido al presidente venezolano, Hugo Chávez, la decisión de no renovar la licencia de transmisión al canal privado Radio Caracas Televisión (RCTV), que caduca a fines de marzo. La razón esgrimida es de carácter político, ya que el gobierno acusa a la emisora de "golpista". Por consiguiente, vuelve a encenderse la discusión sobre la libertad de expresión en Venezuela. Ante este trasfondo, el ministro de Telecomunicaciones, Jesse Chacón, ha anunciado que se impulsará una nueva visión de los medios de comunicación, orientada por el modelo europeo de servicio público.

En Europa coexisten en la actualidad sistemas diferentes, de manera que el panorama no es homólogo en el ámbito de la UE. Poco tiene que ver, por ejemplo, el modelo alemán con el de Italia, que aún lleva el sello del ex primer ministro Silvio Berlusconi. En Alemania, la libertad de expresión está consagrada en el artículo 5 de la Constitución, que reza: "Toda persona tiene derecho a expresar y difundir libremente su opinión por medio de la palabra, por escrito y a través de la imagen, y de informarse sin trabas en las fuentes accesibles a todos. (…) No se ejercerá censura".

Las lecciones del pasado

La negativa experiencia acumulada en la primera mitad del siglo XX, con un imperio periodístico que controlaba ampliamente el mercado durante la República de Weimar y luego con la instrumentalización propagandística de la prensa durante el régimen nazi, indujeron después de la II Guerra Mundial al primer canciller federal, Konrad Adenauer, a tomar precauciones. Así, se estableció que los poderes públicos están obligados a facilitar información a los periodistas. Para ello, el Departamento de Prensa e Información del Gobierno Federal (Bundespresseamt, BPA), creado en 1949, opera como mediador entre el Gobierno y la opinión pública.

Un año después se fundó la Corporación de las Entidades de Radioteledifusión de Alemania (ARD), que agrupa a nueve entidades de radio y televisión que operan como entidades de derecho público. A ellas se suma la Deutsche Welle, emisora de radio y televisión también de derecho público, pero de alcance internacional. Más tarde, en 1967, se fundó el Segundo canal de televisión público alemán, ZDF.

"Garantes de independencia"

Con el fin de evitar la manipulación del Gobierno en los medios de titularidad pública, existen tres estamentos que se ocupan del control y de la dirección de los mismos: el Consejo de Radiodifusión/Televisión, que representa los intereses de la colectividad y está integrado por personas designadas por los parlamentos regionales o bien directamente por los partidos políticos, comunidades religiosas y organizaciones económicas y culturales; el Consejo de Administración, que elabora los proyectos presupuestarios y supervisa la administración y gestión de la entidad correspondiente; y un Director, responsable de la programación, elegido por el Consejo de Radiodifusión/Televisión.

Formas de financiamiento

Tanto la ARD como el ZDF se financian mediante un pago mensual que tiene carácter obligatorio para todos los radioyentes y televidentes. También les está permitido obtener ingresos por la vía publicitaria, pero con muchas restricciones. Por ejemplo, no pueden emitir publicidad después de las ocho de la noche ni los domingos, ni pueden interrumpir programas con avisos. De este modo se pretende garantizar una cierta independencia de la lucha por el índice de audiencia en búsqueda de mayores ingresos publicitarios. Como contrapartida, las cadenas públicas deben garantizar un suministro de información, orientación y entretenimiento que sea plural y libre de los imperativos comerciales a los que se ven sometidos los canales privados, que en Alemania entraron en escena en 1984.

Los programas de las cadenas de televisión privadas se emiten por cable y vía satélite, también se pueden sintonizar por frecuencias terrestres. Estos canales son gestionados por grandes consorcios empresariales del sector mediático y, a diferencia de las entidades pública de radioteledifusión, se financian fundamentalmente por la publicidad.